El gobierno cifra en 2,5 millones de euros los terrenos de la Gran Praza

Rocío Perez Ramos
Rocío Ramos LALÍN / LA VOZ

LALÍN

Cedida

El pago de la compra en el centro de Lalín se realizaría en cuatro anualidades

31 ene 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

El gobierno lalinense cifra en 2.572.922 euros el coste de la compra de 2.900 metros cuadrados para la Gran Plaza contando la calle X. Una superficie en la que se incluyen además de dos casas, propiedad de las familias Abeledo una y Losada otra, cuatro parcelas, y cuatro metros cuadrados de un tercer dueño. El precio, dijo el alcalde, José Crespo, no lo pone ni el gobierno ni los propietarios y «ten que haber informes favorables dos técnicos», optando por la negociación para no tener que ir a la expropiación, lo que dilataría el proceso. Señaló que la idea es afrontar el pago en cuatro anualidades, que supondría un desembolso de 643.230,05 euros cada año. Un gasto que considera asumible y que cuenta que se pueda hacer con cargo a los remanentes.

Defiende que «é unha oportunidade histórica», recordando que la zona figura en el PXOM como el área de reparto 26 y en el caso de que se ejecutara supondría la edificación de la misma dejando «un túnel de unhos oito metros para o Concello». Insiste en que «agora danse as condicións de negociacións cos propietarios», a lo que suma la oportunidad de poder optar a fondos europeos para la financiación de la obra además de posibles negociaciones con Xunta, Diputación y Estado.

Crespo echó mano de la hemeroteca para recordar que cuando presentaron en la campaña electoral del 2019 el proyecto de esa Gran Plaza «xa diciamos que era unha actuación moi ambiciosa que non se daría feito nun mandato». Cree que dada la cantidad de condicionantes que se ponen a los concellos para poder realizar obras de los proyectos europeos quedará dinero porque muchos no se podrán ejecutar y que el Estado acabará sacando la opción de presentar nuevas iniciativas que se podrán llevar quienes tengan ya terrenos y proyecto. Y ese quiere que sea el caso de Lalín. La idea es que sea un espacio polivalente «pensado para as persoas» que convierta «a améndoa central de Lalín nun lugar moito máis amigable», destacando que se reforzaría el Kilómetro Cero y el paso del Camiño de Inverno.

Afirma que «a marxe das liortas políticas esta é unha oportunidade única para facelo e non a podemos deixar escapar, como pasou coa casa de don Álvaro». Reconoce que «o mellor é moito nun só mandato, pero o colles agora ou o perdes». Una vez adquiridos los terrenos, explica, «despregaremos a nosa capacidade de xestión» convencido de que «este sería un proxecto europeo».

Negociaciones

Ayer informó de la compra en compañía de la concejala de Urbanismo, Raquel Lorenzo; el arquitecto municipal, Javier Bugallo y el asesor jurídico, Salvador González. Las negociaciones con los propietarios, apuntó Crespo, se iniciaron de forma informal a principios de este mandato. Quedaron en pausa en el 2020 y 2021 por la pandemia y se retomaron en febrero de 2022 felicitando a Bugallo y a Lorenzo por el trabajo y destacando la buena disposición de las familias. Fue, dijo, una negociación y un proceso «lento e complexo»·

Un espacio de ocio de cerca de 9.000 metros cuadrados, mayor que un campo de fútbol

Crespo cifra en 8.950 metros el espacio con el que contaría la Gran Praza sin el Casino, y 9.000 metros cuadrados contando con el. Casi una hectárea que daría como resultado un espacio, apuntó Bugallo, «mayor a un campo de fútbol, que tiene 7.000 metros cuadrados». La idea es unificar la actual Praza da Vila, los jardines del entorno de la estatua de Ramón Aller, la zona del templete, que se reformaría, quitando ese elemento «onde agora xa non colle a banda» y el actual parque infantil que se preservaría tal cual. El alcalde apuntó la posibilidad de un concurso de ideas o contar con un arquitecto «senlleiro» para el diseño de este gran espacio en el centro que sirva de punto de encuentro ciudadano.

Una de las dificultades del proyecto es un terreno «bastante encostado» con pendiente de hasta el 10 %. El alcalde quiere en una zona una carpa de cristal permanente que sirva para acoger actuaciones de todo tipo en un espacio polivalente con posibilidad de terrazas o zonas de juego. Ahora, una vez tomada la decisión política, queda la parte administrativa de arquitectura financiera con la redacción del contrato y fijar los pagos pero antes será necesario tener la liquidación y cuantificar los remanentes. Un documento complejo que «hai que elaborar sen presa pero sen pausa».

El regidor afirma que consultó la decisión de esta gran plaza «en moitos foros e a moita xente e o 99 % me dixeron que para adiante», recordando que el proyecto iba en su programa electoral y es un compromiso del PP.

Ofrecimiento de una permuta al Casino y mejora de las fachadas de la calle X

El proyecto de la Gran Praza supondría a los propietarios de las casas, cuya parte trasera se encuentra ahora a lo largo de la rúa X, una importante revalorización de sus propiedades ya que los inmuebles pasarían a tener dos fachadas: una a la rúa Loriga y otra a la plaza. Crespo piensa en una posible ordenanza para, llegado el momento en el que se ejecutara la obra, pedir el adecentamiento de esas fachadas traseras evitando el feísmo.

En cuanto al Casino, la segunda parte de este proceso será negociar con esta sociedad. El alcalde apuntó que su idea sería ofrecer al Casino una permuta: el edificio viejo por uno de nueva construcción que estaría mirando a la Gran Praza y que se ubicaría al fondo de los terrenos adquiridos, más o menos al lado del edificio donde está la inmobiliaria en la actual Praza da Vila, sirviendo también para tapar una zona de trasteros que hay detrás.

Críticas de la oposición

Sabe, dice, que la oposición lo va a volver a tachar de megalómano y que las críticas serán las mismas «a tolada que dicían de construír o Concello, ou o Lalín Arena e hoxe son dous iconas que temos» señalando que «tomamos unha decisión valente» y está convencido de que el tiempo le dará la razón y «dentro de dez anos, dirán, que é unha marabilla de obra».

Defiende que sin el plan parcial de O Regueiriño Lalín no sería lo que era, ni con el Arena «envexa dos que veñen de fora, aínda que teña algunha pingueira» y puso también como ejemplo el Pazo de Liñares, que primero se adquirió, luego se tramitó su conversión en BIC y se acabo obteniendo el 1 % cultural para convertirlo en lo que es.