«Somos xente maior pero pagamos impostos e queremos un barrio digno»

Javier Benito
javier benito LALÍN / LA VOZ

LALÍN

Adrian Freiria

Vecinos de A Trigueiriza demandan aceras, cuestionan la ubicación de un transformador eléctrico en una rotonda que será una zona verde sin uso

27 nov 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

De la noche a la mañana, como si fuese una seta de otoño, un transformador eléctrico «nacía» en una de las rotondas gestadas dentro del proyecto de urbanización de un área de A Trigueiriza en Lalín. Una instalación recogida en los planos pero que nadie confirmó de sus características, elevado del suelo y con un gran impacto visual, a los vecinos del barrio. Y el vaso de su paciencia se desbordó después de múltiples vicisitudes surgidas desde el comienzo de las obras hace un año.

«Somos xente maior pero pagamos impostos e queremos un barrio digno», coreaban ayer delante del mamotreto unas decenas de residentes de esta zona periférica de Lalín. Muchos se preguntan dónde está la lucha contra el feísmo urbano promovida desde el Concello, permitiendo este tipo de actuaciones. Una afrenta que sumar a lo que se les viene encima cuando se instale el hipermercado de Mercadona y el flujo de vehículos en el entorno de sus viviendas crezca de forma exponencial.

La urbanización de los terrenos, que ejecuta la empresa Taboada y Ramos y promueve la sociedad Avenida de Trigueiriza S. L., ya les dio numerosos quebraderos de cabeza por la acumulación de tierra y barro por calles y aceras, junto con el estruendo por el paso de maquinaria pesada. Según apuntaban, no faltaron incluso roturas de tuberías y reventones de cisternas al acumular material impropio en las conducciones. Las casas temblaban por vibraciones «e caían os cadros, os mobles,... levamos con problemas case un ano e parece que non somos ninguén para o Concello e os promotores das obras».

Si esa pequeña zona verde habilitada donde antaño hubo un prado de maíz, rebajado de forma sustancial de cota, ya parecía poco practicable al ser una rotonda rodeada de carretera los 360 grados, con la presencia del transformador ya se completa el despropósito en el sentir de los vecinos. Se preguntan cómo van a llegar a ella, para qué poner bancos y árboles, si tienen que convivir ese espacio con la instalación eléctrica y con el constante paso de vehículos alrededor.

Otra problemática trasladada ya este viernes al concejal de Obras, José Cuñarro, que acudió tras ser requerido por los vecinos, tiene a las aceras en al menos uno de los bloques de casas como protagonistas. En un tramo alto se han construido pero al parecer no están previstas en una zona frente esa nueva rotonda —otra más pequeña se prevé arriba— y desde la constructora se les dice que irán unos bolardos para delimitar unos dos metros por donde puedan transitar los viandantes. En otros lugares parece difícil poner acera ya que hay entradas a garajes e incluso a viviendas.

Aceras, no bolardos

Los residentes demandan que al menos en la zona donde resulte factible se doten aceras y no bolardos, porque transitan sobre todo gente mayor y creen insuficiente esos elementos como medida de seguridad viaria. Lamentan que el concejal de Obras, que acudió al parecer con un técnico municipal, no les aportase soluciones y tan solo procediese a limpiar el barro de la carretera. Les indicó que trasladaría sus quejas a la edila de Urbanismo, Raquel Lorenzo. Aludieron a que esa zona supone el paso natural para ir a Lalín, en el camino hacia el río, que ha estado lleno de barro y piedras, totalmente intransitable, encargándose los propios vecinos de limpiar en varias ocasiones.

Dicen sentirse olvidados, recordando que tuvieron en su día incluso que recoger firmas y protestar en reiteradas ocasiones por los baches en la calzada, que finalmente se reparó antes de la pandemia. Todas las casas están habitadas y quieren que lo sigan estando porque, pese a tantos escollos, son sus hogares, su vida.

Recurrir al seguro ante inundaciones y daños en alguna de las viviendas afectadas

Una de las vecinas narraba su caso particular, su vivienda afectada por el efecto del agua tras la rotura de la traída a causa de las obras. Recurrió a su aseguradora para solventar desperfectos en el parqué, el empapelado y otros daños, incidiendo en que su compañía debería haber denunciado a la constructora.

Otra de las residentes contaba que cuando acudieron técnicos a chequear el estado de las viviendas por el protocolo de grietas ante cualquier eventual reclamación posterior, ella se dirigió en varias ocasiones a la empresa que ejecuta los trabajos para demandar una copia. Ni sus gestiones por teléfono ni los escritos remitidos han tenido una respuesta satisfactoria, desconociendo qué refleja esa inspección después de haber permitido que entrase en su casa.

Claman por la desatención ante tantos problemas sin una resolución y porque se aprovecharon de su falta de malicia, que «sembró» ese transformador.

La urbanización se diseñó para acoger el híper de Mercadona

El desarrollo urbanístico de la SR-D de A Trigueiriza está ahora ejecutándose tras dilatarse en tiempo el proyecto para esas cuatro hectáreas de terreno, a ambas márgenes del sistema viario SG-V5, entre el arroyo Balado y al avenida Trigueiriza. Diseñado en la práctica para acoger el hipermercado de Mercadona, que quería terrenos en una zona próxima a la Rolda Leste con capacidad para aparcamiento. Hablamos del 2010 pero la sociedad promotora se encontró envuelta en un largo proceso judicial que incluso llegó al Tribunal Supremo en alguno de los casos. Entre otras cuestiones por el plan de sectorización y el PXOM.

Un adefesio en terreno público, «que non é agradable de ver»

Los residentes en esta zona lalinense lamentaron la falta de integración urbanística del nuevo proyecto y reclaman que dada la disponibilidad de terreno trasladen el centro de transformación eléctrica a otro emplazamiento. «É un adefesio en terreo público que non é agradable de ver», sentenciaban, insistiendo en que quieren un barrio humanizado y sin feísmo, porque tal como se están acometiendo las obras «están desprezando á veciñanza e a ver que vai pasar cando chegue Mercadona».

Creen además que su salud se puede ver afectada por ese tipo de instalaciones tan próxima a las casas. Insisten en que esa rotonda sea tan solo espacio verde, ya que nadie les aviso de que iba un centro de esas características y después de vivir ya tanto problemas con la ejecución de los trabajos de urbanización.