El incendio que afecta a Lalín y Dozón queda estabilizado tras arrasar 680 hectáreas
LALÍN
A lo largo de la jornada los servicios de extinción pusieron coto al fuego iniciado en O Irixo y que carbonizó una gran cantidad de monte en los concellos de Dozón y Lalín. Aunque no extinguido, al cierre de esta edición el incendio quedaba estabilizado y se desactivaba la situación 2 en el distrito forestal, por lo que desaparecía el riesgo para los núcleos de población de la zona afectada. No obstante, antes de llegar a este punto el fuego calcinó un total de 680 hectáreas.
Tal y como quedó confirmado en la tarde del miércoles, la parroquia de Lebozán fue la zona más afectada por las llamas. Hasta allí, concretamente a la aldea de Bustelo, se desplazó el regidor lalinense, José Crespo, junto con el concejal de Obras, José Cuñarro, y el edil de Parques e Relacións veciñais, Bernardino Seijas, quienes siguieron los trabajos de los efectivos antiincendios en el terreno.
Destacaron el esfuerzo de los mismos y su vital actuación durante la madrugada para evitar que las lapas alcanzaran las casas, quedándose a pocos metros de distancia en algunos puntos. Precisamente ello motivó que además de Bustelo, se procediese a la evacuación total de los lugares de Samprizón y de Ermida.
Durante la tarde se fueron mitigando los pequeños focos activos con el fin de frenar el avance del incendio y estabilizarlo. En total se emplearon dos técnicos, veinte agentes, cincuenta y nueve brigadas, cuarenta y tres motobombas, cuatro palas, una unidad técnica de apoyo, diez aviones y trece helicópteros.
Regreso a casa
El fin de la situación 2 permitió a los habitantes de los núcleos afectados volver a sus casas. El Concello de Lalín informó a los vecinos de esta situación, aunque al no estar extinguido no pudieron asegurar que las llamas no volvieran a poner en jaque sus viviendas. Bajo criterio propio algunos decidieron instalarse nuevamente en su hogar, mientras que otros prefirieron esperar a que el incendio quedase completamente apagado y pasaron una noche más en casa de familiares y amigos.