Lalín solicita fondos europeos para rehabilitar la vieja piscina

Rocío Perez Ramos
Rocío Ramos LALÍN / LA VOZ

LALÍN

CEDIDA

El alcalde contrató por decreto la redacción de un estudio técnico

27 may 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La piscina climatizada del Lalín Arena comenzó a funcionar en septiembre del 2012. Su apertura dejó sin uso las instalaciones ubicadas al lado de las piscinas exteriores. A lo largo de esta última década los distintos gobiernos pusieron sobre la mesa diferentes planes para este espacio que, a día de hoy, continúa vacío. A través de un decreto de la alcaldía firmado el pasado día 13, el alcalde, José Crespo, contrató a la empresa Promove Xestión Técnica SLP por importe de 17.980 euros, la asistencia técnica para la redacción de la documentación técnica-gráfica de las propuestas a presentar para el programa de impulso a la rehabilitación de edificios públicos, en este caso el pabellón municipal y la antigua piscina cubierta. El proyecto, una vez redactado, será presentado por el Concello de Lalín para optar a ayudas europeas.

El pasado mes de abril, Crespo ya anunciaba que el Concello estaba valorando presentar dos nuevos proyectos a los planes Next Generation, con financiación europea, que reportarían mejoras en el viejo pabellón municipal y en las instalaciones de la antigua piscina climatizada.

En ese momento, el regidor señalaba ya en las últimas órdenes de ayudas europeas tenían cabida esos proyectos de mejora. En el caso del pabellón municipal destacaba su céntrica ubicación y apuntaba que la idea era contar con esa financiación para «remozarlo completamente, deixando o casco e pouco máis» comentando ya también que «tamén estamos a voltas coa vella piscina climatizada».

Ayer en Radio Lalín, el regidor rehusaba hablar de proyectos europeos explicando que «pedimos catro ou cinco e imos pedir aínda outro e non nos van a dar os seis». Señaló que «cando teñamos os datos concretos do estudo que pedimos, porque está unha enxenería traballando nel, e cando estén perfectamente reflexados enriba da mesa xa o diremos» añadiendo que pelearán por la concesión de los proyectos que opten a ayudas europeas «e si nolo conceden, dirémolo».

Antes de esto, los posibles usos a dar a este espacio, actualmente abandonado, fueron objeto de debate llegándose a poner sobre la mesa diferentes opciones. El gobierno del PP planteaba en abril del 2011 llevar la biblioteca a la antigua piscina cubierta. Una de los objetivos era ahorrar el alquiler del bajo de la rúa Z, donde se ubicaba en aquel momento, aumentando los puestos de lectura y la superficie de uso. En enero del 2011, Crespo quería priorizar el traslado de la biblioteca a la antigua piscina y no descartaba convocar un concurso de ideas para el viejo consistorio.

En noviembre de ese mismo año, la incógnita quedaba resuelta y se decidía destinar a biblioteca el antiguo consistorio. Antes de eso se había hablado también de la posibilidad de albergar en el edificio el Museo da Marioneta.

En el 2015 el socialista Nicolás González Casares, en este momento teniente-alcalde, visitaba la antigua piscina y denunciaba las condiciones en las que se encontraba criticando la falta de mantenimiento.

Proceso participativo

En abril del 2017 se aprobó una propuesta contratando por 13.300 euros a una firma la dirección de un proceso participativo para que fuesen los vecinos los que decidieran qué hacer con este espacio. Hubo visitas en jornadas de puertas abiertas, encuestas y consultas. Votaron 2.500 personas y se pusieron sobre la mesa cinco alternativas. La que ganó era la más costosa y la técnicamente más complicada porque exigía cambiar la estructura y quitar la cubierta que se calculaba sería una inversión muy importante. Era la de volver a convertirla en piscina exterior.

González Casares ya advertía en aquel momento que esa opción tenía un gran problema de dinero. La opción que quedó en segunda posición había sido convertirlo en un edificio polivalente con locales sociales y culturales y en tercer puesto quedó la idea de hacer un parque infantil cubierto. De momento y años después, estas antiguas instalaciones, próximas a varios centros escolares, al Auditorio y al Paseo Pontiñas aún no parecen tener del todo definido su futuro uso.