El Balado, en el punto de mira de la oposición como espacio cultural

Rocío Perez Ramos
Rocío Ramos LALÍN / LA VOZ

LALÍN

Cedida

Destacan la ubicación y los metros disponibles del antiguo cine lalinense

17 may 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El antiguo Cine Balado continúa en el punto de mira de los grupos de la oposición lalinense que consideran este edificio como idóneo para albergar una Casa da Cultura o, en general, un espacio destinado a actividades culturales. Su posible compra estuvo en la mente de CxL, PSOE y BNG. Formó parte de propuestas electorales de diferentes grupos y como alcalde, Rafael Cuíña, llegó a negociar y estudiar su adquisición durante el gobierno anterior. Fue, recuerda el coordinador de CxL, cuando el Concello negoció con Abanca un convenio para colocar en la fachada los carteles del la Feira do Cocido.

En aquel momento, señala, pedían por el edificio 300.000 euros negociables que se podían rebajar a 250.000 si se llevaba a cabo la venta en un único pago. Su idea en ese momento era poder contar con el edificio como complemento al proyecto de humanización de la rúa Joaquín Loriga.

Cuíña señala que el técnico municipal, Javier Bugallo, realizó un informe que concluyó que no valía esa cantidad. En ese momento, el estado del inmueble ya era malo. El interior, apunta Cuíña, estaba bastante destrozado y el mural de Laxeiro que había detrás de la pantalla «case desaparecido».

Los tres grupos de la oposición están de acuerdo en que el edificio, un ejemplo de la arquitectura racionalista, debería ser patrimonio municipal. El gobierno actual tampoco lo descarta en el futuro pero el regidor, José Crespo, señala que en estos momentos no es una prioridad.

Tanto Cuíña como el portavoz del BNG, Francisco Vilariño, coinciden en las cualidades del edificio, especialmente por su céntrica ubicación y también por la cantidad de metros disponibles. Para Cuíña comprar el antiguo Cine Balado «sería máis interesante desde o punto de vista económico, suporía un gasto máis cativo, de algo menos da metade» que la Casa de Álvaro y podría «dedicarse máis ambiciosamente a temas culturais».

La socialista Alba Forno recuerda que estuvieron siempre a favor de que se comprara pero «a un prezo razoable» argumentando que se trata de «un edificio emblemático» y se preguntan que si se compra la Casa de Álvaro, porqué no el cine.

El BNG en mayo del 2019 incluía la conversión del antiguo cine en Casa da Cultura en sus propuestas electorales. Pretendían ocupar también el espacio del edificio contiguo, la antigua Caixa Ourense, y realizaron un proyecto que presentaron. En el antiguo cine iría un auditorio para 200 personas, mientras que el edificio de la marquesina, de tres plantas, contaría con distintos espacios para atender las demandas de los colectivos culturales.

En la planta baja se proyectaba un aula para ensayos y un patio vegetal. En la primera planta irían salas de exposiciones de turismo y actividades y en la segunda un aula multifuncional, una área expositiva y locales para colectivos. Planteaban renovar la fachada del cine manteniendo su estructura y restaurar el edificio contiguo. El portavoz nacionalista, Francisco Vilariño, destacaba ayer la necesidad de contar con un espacio cultural en el centro y de medianas dimensiones tanto para albergar todo tipo de encuentros y actividades, cree que podría suplir el auditorio con capacidad para 200 personas que proyectaban.

Las posibilidades de la Casa de Álvaro

Con el paso del tiempo, la situación y el deterioro del antiguo Cine Balado va a más y es algo que preocupa. Crespo, defiende que en estos momentos «a Casa de Álvaro reúne mellores condicións para o que queremos facer que o Cine Balado, e está en mellores condicións para poder utilizala para o Concello».

Cuíña resalta que no están en contra de la compra de la Casa de Álvaro. Tampoco el BNG. El gobierno anterior estudió la posibilidad. Vilariño había puesto los ojos en el bajo que sigue considerando ideal como oficina de información turística pero no ve condiciones en la vivienda para dedicarla a uso cultural. Cuíña había comentado en alguna vez la posibilidad de usar el espacio para visitas institucionales, entre otros usos. En otros países es frecuente ver mansiones o casas de este tipo, reflejo de una época, convertidas en espacios turísticos visitables, lo que permitiría mantener su encanto intacto.