En alguna casa ya se colocaron pancartas de rechazo a la LAT Lalín-O Irixo enterrada por esa zona e incluso barajan aunar esfuerzos para trasladar sus quejas al Concello. Tampoco descartan que se evalúe el proyecto por algún bufete de abogados, aunque temen que se generen gastos para después no conseguir que se atienda su demanda. Recordaron que hace unos días el regidor les presentó el proyecto y que parecía estar contento con la fórmula escogida por Naturgy para evitar el tendido aéreo en Casas Vellas. Dicen que la línea eléctrica es necesaria pero que no discurra tan cerca de sus viviendas y solo enterrada a 1,5 metros, por la afección de los campos magnéticos.
Desde el colectivo de afectados insistían en que detrás de sus quejas y demandas no hay una cuestión política, de la que están al margen, tan solo la preocupación por el bienestar de las familias dada la proximidad de esa línea de alta tensión. Esperan en que desde el gobierno local analicen la posibilidad de cambiar el trazado subterráneo.