Dañan parte del muro del Ponte dos Cabalos en Deza, del siglo X y restaurado hace solo un año

Javier Benito
j. benito LALÍN / LA VOZ

LALÍN

Parte de los petriles tirados y rotos del puente, en una imagen tomada ayer.
Parte de los petriles tirados y rotos del puente, en una imagen tomada ayer. Miguel souto

Se atribuye a un acto de vandalismo, con varias personas implicadas

25 mar 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace poco más de un año concluían las obras de restauración de Ponte dos Cabalos, que salva el río Arnego en Deza, en los límites entre Lalín y Agolada. Una construcción datada en el siglo X, en torno al año 970, y cuya recuperación requirió una inversión de más de 115.000 euros, en un proyecto para rescatar el denominado Camiño Real. Ahora ese patrimonio acaba de sufrir un ataque vandálico. Algunas de las piedras que cumplían una función de pretiles (muro protector de baja altura) fueron movidas y acabaron rotas, tiradas cerca del cauce. Estaban unidas al tablero del puente tan solo con una capa de cemento. Dado el daño sufrido quedan inservibles y deberán ser sustituidas por otras nuevas.

A esos daños se sumó también la retirada de su emplazamiento de varios bloques de piedra serrada. Estaban colocados en los accesos al puente para impedir el paso de vehículos, en especial los agrícolas, ya que el informe previo a las obras de restauración achacaban a ese uso del puente el deterioro que presentaba y el riesgo de que pudiese desmoronarse la estructura.

El acto vandálico será denunciado por parte de los concellos para que se abra una investigación con el objetivo de dar con los autores. Se cree que hubo más de un participante dado el peso de las piedras; requería varias manos para moverlas de sitio. Además se abre un proceso para conseguir las autorizaciones que permitan restituir los elementos retirados o deteriorados, ya que se trata de un bien de interés patrimonial. Se desconoce cuando se acometerán esas labores que se quieren agilizar en plazos para devolver a Ponte dos Cabalos al estado que presentaba tras su restauración.

Miguel souto

Las obras acometidas en esta construcción con más de mil años de historia comenzaron a gestarse en el 2015 por los Concellos de Lalín y Agolada. Hubo que conseguir vías de financiación y solventar numerosos trámites administrativos y permisos. En la elaboración del proyecto participaron equipos compuestos por arquitectos, arqueólogos e historiadores con el objetivo de preservar el valor histórico del puente. Los trabajos se ejecutaron a finales del 2020 en una construcción que cuenta con doble arco, además de acondicionar el entorno. El uso de piedra serrada en unas escaleras de acceso a la zona de baño del Arnego y para cerrar el paso de vehículos generó polémica por su impacto visual.