Las tumbas desvelan secretos del pasado medieval de Lalín de Arriba

Javier Benito
j. benito LALÍN / LA VOZ

LALÍN

Cedida

«Tiveron unha alimentación un tanto escasa», apunta Elena Taboada

13 nov 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

«A primeira información preliminar nos di que son individuos adultos pero de pouca idade e que tiveron unha alimentación un tanto escasa». Así resume la arqueóloga encargada de la excavación en Lalín de Arriba, Elena Taboada Durán, el resultado de los primeros estudios de los restos humanos de época medieval encontrados durante la fase previa a la rehabilitación de este enclave urbanístico. Los trabajos ejecutados posibilitaron desvelar la presencia de una necrópolis de época medieval, donde se contabilizaron hasta 55 tumbas repartidas entre la zona de cabecera y la parte lateral sur.

Elena Taboada destaca como excepcional esa concentración en un espacio de reducidas dimensiones. Todo ello en un cementerio que, dice la arqueóloga, «tivo un uso moi intensivo pois aparecen unhas tumbas cortando a outras». Los huesos encontrados en la excavación se encuentran bien conservados, sobre todo los hallados en el lateral sur. Por ello se espera que su análisis minucioso permita lograr información relevante sobre la época, la alimentación que tenían y las enfermedades que padecían.

Entre las cuestiones pendientes de confirmar figura la datación de los restos humanos. Para Elena Taboada y en una estimación inicial la mayoría de los vestigios encontrados en Lalín de Arriba están en el entorno del siglo XV. La arqueóloga explica que se revisaron ya los elementos cerámicos, mientras están aún en marcha los análisis de los restos óseos. De esa forma se precisarán cuestiones con el sexo y unas fechas aproximadas de los enterramientos.

Incidía Taboada Durán en que esos trabajos de prospección en un yacimiento generan dificultades al requerirse la coordinación de «Patrimonio, equipo arqueolóxico, a dirección de obra e a empresa que executa os traballos». Resulta así imprescindible que las fases de actuación se coordinen y se ejecuten de forma ordenada, con una primera de sondaje valorativo por si hay afección a algún resto arqueológico. En el caso de Lalín de Arriba ya se detectaron desde un principio y por ello se excavó más en el área donde se iba a trabajar.

La arqueóloga resaltaba que hasta esas labores, ejecutadas dentro del proyecto de rehabilitación de este barrio lalinense, solo se contaba con la presencia de la iglesia, que en el pasado tuvo vinculado un monasterio. «A primeira capela que daría orixe á que hai agora é bastante antiga e ten unha orixe románica. Nese tipo de núcleos era probable que aparecese algún tipo de resto vencellado, pero realmente non se sabía nada, topámonos cun xacemento totalmente novo», remarcó, para considerar que la información aportada ya por esa necrópolis confirma la importancia y la ocupación que tuvo hace siglos Lalín de Arriba, «que é a orixe do lugar de Lalín».

Estos hallazgos añaden relevancia a un enclave donde destaca la iglesia de origen románico, las casonas catalogadas y el paso del Camiño de Inverno. Para Elena Taboada, las obras cuentan con una doble vertiente positiva, por un lado el descubrimiento de restos de gran valor patrimonial y, por otro, las mejoras de las que disfrutan los vecinos. «Esa necrópole non se tería atopado sen as obras de rehabilitación do barrio porque era imposible saber que estaba aí. E a nivel patrimonial vai quedar moito mellor o entorno, xa que moitos servizos que antes ían aéreos agora van soterrados e cambiáronse os pavimentos para que vaian máis harmónicos cos edificios históricos e co conxunto», apuntó.

La rehabilitación de Lalín de Arriba se financió a través de la estrategia Dusi Lalín Ssuma 21, para recuperar y poner en valor elementos singulares como la antigua calzada de piedra que discurría hacia el centro urbano.