El padre de Lalín acusado de abusos a su hija hará cursos para reeducarse

Rocío Perez Ramos
Rocío Ramos LALÍN / LA VOZ

LALÍN

Miguel Souto

El Juzgado decretó su libertad y le prohíbe acercase y comunicarse con ella

16 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El lalinense, investigado por un presunto delito de abusos sexual a su hija de 13 años, reconoció ayer en el juzgado los hechos que relató esta. El hombre había sido detenido el martes por la tarde tras ser denunciado. El Juzgado número 2 de Lalín decretó su libertad dictando, como medida cautelar, la prohibición de aproximarse y comunicarse con la menor. Fue asistido por Alberto Massa en calidad de abogado de oficio.

El letrado explicaba ayer que el hombre, de origen portugués, «está muy impactado. Es una persona que pasó toda su vida trabajando. Fue poco al colegio porque de aquella no había tantas posibilidades como ahora. En ningún momento quiso causarle daño a su hija». Massa indica que «realmente no se dio cuenta que su hija estaba creciendo y quizás no supo atender a la señales y no tuvo la educación sexual necesaria en el siglo XXI». Apunta que «está muy concienciado en reconstruir su vida, reconstruirse como persona, enmendar los errores y estamos mirando cursos de educación sexual. Lo que quiere es aprender los límites, lo que está bien y está mal y ser mejor padre».

El abogado señala que «la niña emocionalmente está bien» y su padre quiere evitar que tenga que someterse a ninguna prueba más de las estrictamente necesarias que conlleve el procedimiento. Al parecer la adolescente en la pubertad empezó a tener dudas y a hacerse preguntas.

Massa cuenta que «las personas adultas que la tenían en su guarda en ese momento conocieron esas circunstancias y enseguida se pusieron en contacto con Servizos Sociais» y fueron los profesionales de este departamento los que pusieron la situación en conocimiento de la Fiscalía después de que hablar con la niña y que esta les contará lo que sintió y vivió.

En cumplimiento de las medidas cautelares dictadas por el Juzgado, el hombre dejó de vivir con su familia. En este caso su mujer y sus dos hijas. La orden de alejamiento y de comunicación pesa solo sobre la hija mayor. Para el letrado lalinense, el reconocimiento de lo ocurrido y la firme voluntad de su defendido de enmendar sus errores es un paso importante hacia su reeducación. Las medidas cautelares se prolongarán, en principio, durante todo el tiempo que dure el procedimiento y hasta el dictado de una sentencia al respecto, una vez se enjuicien los hechos. Este tipo de delitos puede llegar a acarrear penas de prisión de entre dos a seis años, según se tipifica en el Código Penal.