La mayoría de los colegios mantienen los protocolos covid del año anterior

Rocío Perez Ramos
Rocío Ramos LALÍN / LA VOZ

LALÍN

E CUIÑA

Normalidad en un primer día con algunos centros aún con obras

10 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El inicio de curso arrancó en una jornada otoñal que hizo necesarios los paraguas en el primer día de cole. En los centros prima la prudencia y en la mayoría se mantienen prácticamente invariables las medidas contra el covid implantadas el curso pasado. Si ese, las clases se afrontaban con temor y con la presión de la responsabilidad ante los protocolos y el miedo a los contagios, en este los docentes, después de un máster intensivo de nueve meses, afrontan el nuevo curso con más confianza después de testar que las medidas funcionan.

En algunos colegios prefirieron no marear a los chavales con cambios y mantener las mismas medidas para evitar riesgos. Los centros de Infantil y Primaria tienen en sus clases al grueso de los menores de 12 años, la única población que aún no están vacunada y en los directores expresaban ayer su preocupación por la posibilidad de que a partir de ahora los contagios se pudieran centrar en ese rango de edad. El sentir general era el de no bajar la guardia. En algunos coles como el de Prado en Lalín el curso arrancó con obras en marcha. Aquí se está llevando a cabo una reforma integral. Las entradas y los recreos se reorganizaron para adaptarse a esa realidad. Explicaron que una parte del centro está acotado y «todo está señalizado». Esperan que los trabajos acaben para finales de octubre o principios de noviembre y apuntan que «xa hai moito feito no interior e vese moi bonito».

En el Pío Cabanillas de Dozón también están en obras y aunque no acabaron ayer tenían la sensación de estar estrenando colegio. Tienen ya un espacio remodelado, que es donde están los niños, y queda aún una parte en la que están trabajando y que se aisló del resto para no inferir. La directora comentaba ayer que «está quedando moi elegante». Al igual que en Prado, muchos de los cambios, explican en los centros, los irán apreciando a medida que avance el curso con mejoras importantes en iluminación, calefacción o aislamiento y obras en las cubiertas.

En el colegio de Silleda, estaban previstas obras este verano. Retrasos y problemas con la tramitación administrativa las impidieron y se harán durante el curso. Incluirán baños nuevos, la ampliación del aula de Música, una cubierta nueva en infantil y una reforma en la de Primaria.

Los lácteos y las frutas fueron los protagonistas de los postres del primer día. Los comedores de la mayoría de los centros abrieron ya ayer sus puertas con normalidad arrancando con unos menús variados en los que abundaban las verduras. Como muestra algunos de los que se sirvieron ayer. En el colegio de Dozón tocó melón con jamón, espaguetis con atún y yogur o fruta a elegir. En Prado había ensalada de pasta, milanesa de pollo con lechuga y tomate y plátano.

En el colegio Xesús Golmar de Lalín, los alumnos del comedor pudieron degustar menestra de verduras, pollo gratinado al horno y fruta. En el colegio de Silleda hubo crema de verduras, arroz con carne y un lácteo de postre.

Cambios en el profesorado por la variación de alumnos

En este centro se mantienen este curso los dos turnos de comedor que se pusieron en marcha el pasado. Los primeros en comer son los pequeños. Después de ellos se lleva a cabo una limpieza y desinfección para iniciar después el segundo turno. Una de las novedades es que si el curso pasado los mayores tenían que pasar parte del tiempo del recreo en el aula para comer el bocadillo, ahora podrán estar todo el horario del recreo en el patio.

El incremento o la reducción de estudiantes marca este curso cambios en el número de docentes en algunos centros. En el de Dozón cuentan este año con un profesor de música a tiempo completo. El curso pasado lo compartían con Agolada. El colegio tiene establecidos dos grupos de convivencia, uno de Infantil y otro de Primaria. El Golmar, que cuenta con 630 alumnos, mantiene el mismo número de profesores. En Merza (Cruces) se pasó de 11 a 8 estudiantes y se redujo el número de horas lectivas de algún docente. Aunque en los colegios se mantienen los protocolos hubo algunos cambios. El pasado año la entrada se realizó en dos días y este se recuperó el inicio de curso para todos el mismo día. En Silleda suman este año una alumna de Moldavia que empieza quinto. Desconoce el idioma y para ella está en marcha un plan de acogida. El colegio tiene 342 alumnos. Se suprimió un tercero, lo que supone un aula menos y un tutor menos.