El conjunto rojinegro tiene previsto comenzar los entrenamientos el viernes 20
13 ago 2021 . Actualizado a las 21:37 h.Mucho tiempo ha transcurrido desde el último partido del CD Lalín. Concretamente diecisiete meses desde la victoria a domicilio 1-3 contra el Dumbría. Un triunfo que colocaba a los dezanos cuartos a tres puntos del líder, en pleno apogeo en la lucha por ascender a Preferente. Un año y cinco meses después el club rojinegro se prepara para arrancar la pretemporada y poder iniciar una nueva intentona para colocar a un clásico del fútbol gallego donde merece.
Con tanto tiempo sin poder jugar ni entrenar, jugadores y cuerpo técnico ansían el momento de empezar. De momento, el jueves 19 los futbolistas pasaran sendos test de coronavirus para conocer si hay algún positivo, precio paso, si el covid lo permite, para iniciar al día siguiente las sesiones para preparar la temporada 21/22. Las ganas de empezar son palpables, incluso los futbolistas pidieron al cuerpo técnico empezar antes, cosa que rechazaron por tema de mutualidades. «Es una rutina que se echa de menos», señala Alberto.
La plantilla rojinegra será muy similar a la de la 19/20, con entre 15 y 16 futbolistas que mantienen su vínculo con los dezanos. A ellos se le unen los fichajes acometidos para la temporada que no se disputó y tres más para esta, con las incorporaciones de Juanma, Borja Casal y Manu Casal. «Cambiamos un poquito el equipo porque hubo 5 o 6 bajas, pero la configuración de la plantilla es similar e incorporamos tres jugadores que nos van a dar un salto de calidad», asegura el entrenador, Julio Alberto.
El director deportivo, Dani Méndez, aseguró en este sentido que participarán algunos jugadores de la cantera como Iker Calvo, lo que supone un punto a favor para el Lalín. «Tener equipos de base es una ventaja que tenemos con respecto a otros equipos», indica el técnico.
Este será el quinto año que el CD Lalín compita en la Primera Autonómica, una categoría muy por debajo de lo que marca la trayectoria histórica de un club que llegó a completar seis temporadas en la Segunda División B. Aunque su objetivo es el ascenso, son conscientes de sus limitaciones -especialmente económicas-, mentalizados en que la paciencia será un elemento fundamental para poder alcanzar los objetivos.
«El primer año fue de transición, ya que estrenábamos directiva, jugadores etc. Nosotros no estamos hecho a base de talonario, aunque el objetivo sea pelear por el ascenso, tenemos que hacerlo paso a paso y sin prisa», comenta Julio Alberto.
Otro factor que puede pesar es el escudo, acuciando más la tarea de devolverlos a Preferente. «Tenemos presión porque somos un histórico, cuando el Lalín va a jugar fuera se nota. Ahora estamos en un pozo del que es complicado salir», explica, recordando que el gran favorito este año es el Negreira, ya que ha realizado una importante inversión.