Naturgy enterrará la línea de alta tensión para el anillado de Lalín

Javier Benito
javier benito LALÍN / LA VOZ

LALÍN

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La empresa cambia el proyecto que generó rechazo social al afectar a Casas Vellas

25 may 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La línea de alta tensión que permitirá el anillado de Lalín para garantizar el suministro eléctrico en caso de avería en la fuente de alimentación de Chantada, procedente de O Irixo, irá enterrada para evitar la afección a la fraga de Casas Vellas. Siete años después Naturgy modifica un proyecto que había generado un relevante rechazo social, en defensa de este espacio natural. Si en un principio estaban previstos solo 1,4 kilómetros de trazado bajo tierra, ahora serán 4,3 aprovechando el paso de la carretera Nacional 525.

La decisión de la compañía eléctrica se trasladó ayer a los portavoces municipales en una reunión en la que participó el director de Unión Fenosa Distribución, Julio Gonzalo. Este responsable del grupo Naturgy destacó que el nuevo proyecto, para esta línea Lalín-O Irixo de 21,5 kilómetros, se está empezando a tramitar y confía en que pueda ser una realidad en dos años. Ahora se propone un modificado sustancial de la propuesta inicial, que se incorporará al expediente existente, pero dado el tiempo transcurrido habrá autorizaciones caducadas que se deberán conseguir de nuevo o la declaración de impacto ambiental favorable. Aunque la tenían, los cambios obligan a solicitarla de nuevo, con contactos ya con la Xunta y esperando Gonzalo que si entonces se obtuvo, ahora con menos afección ambiental no haya trabas para lograrla de nuevo.

El trazado previsto en la llegada de la línea a Lalín supondrá enterrar 4,3 kilómetros de la línea, el 62 % del total frente al 20 % previsto en el proyecto del 2014. En aéreo irá un tramo de 2.675 metros. Los cambios supondrán reducir en 191 las fincas afectadas, modificándose para 3 más e incluyéndose 21 nuevas, al alterarse de forma mínima el recorrido aéreo en una zona.

Julio Gonzalo también desveló que se aumentará la potencia de transformación instalada en la subestación de Lalín en 30 megavatios más, lo que daría para atender a 30.000 clientes más frente a los 14.000 actuales y posibles industrias de nueva creación. Recordó las reuniones mantenidas con el alcalde, José Crespo, desde febrero del 2020 para retomar un proyecto que permita cerrar el circuito que alimenta a la subestación lalinense y garantizar el suministro. Incidió en que al ser un negocio regulado hay limitaciones de inversión desde el Gobierno central y «se debe priorizar, lo que resulta difícil, pero queríamos acometer una actuación singular como esta, aunque dejemos de hacer otras».

La solución llega tras mucha presión social y política durante años, para minimizar el impacto ambiental y salvar Casas Vellas. En la actualidad la línea que suministra a Lalín desde Belesar, al ser única, dejaría sin suministro a la población en caso de alguna incidencia. Además, como explicaba el director de UFD en Galicia, «no podemos quitar tensión para acometer algunas de las labores habituales de mantenimiento ya que se dejaría de prestar el servicio». Espera conseguir con celeridad la licencia municipal y lograr colaboración del resto de Administraciones, como Xunta o Ministerio de Fomento.

Una inversión que rondará los doce millones de euros

Los cambios en el proyecto y el soterramiento de la línea supondrá un incremento de inversión. Julio Gonzalo cifró en más de nueve millones de euros el coste del tendido de 21,5 kilómetros entre O Irixo y Lalín. A esa cantidad se sumarán tres millones más con las mejoras a acometer en la subestación, incluido un nuevo transformador, y sin contar los gastos de mantenimiento de la línea actual cuando la segunda alimentación entre en servicio, completando el anillado. Unión Fenosa Distribución prevé invertir 29 millones de euros este año en mejoras del servicio en distintos municipios de la provincia.

El alcalde lalinense aprovechó la presencia de Julio Gonzalo para solicitarle la posibilidad de retirar un equipamiento a modo de pórtico que tiene la compañía frente a los terrenos donde se construirá el Centro Integral de Saúde. Se evaluará si se puede soterrar antes de ese punto.

Crespo agradeció el cambio al ser la antigua N-525 la mejor opción

El alcalde se mostraba ayer satisfecho de una decisión que desatasca el ansiado anillado de Lalín. José Crespo recordaba que la primera petición fue en el 2000 o las averías del 2006 en la línea de Belesar, que durante algunos días obligó a salvar los muebles aprovechando la energía por cogeneración que se producía en las firmas Florentino y Portadeza. Después llegaría en el 2007 la ampliación de la subestación con quince millones de euros y el proyecto de la nueva línea Lalín-O Irixo, que ahora se retoma salvaguardando Casas Vellas.

«Doy por bien empleado todo este tiempo porque es la mejor solución entre las alternativas, enterrarla por la antigua N-525 aunque sea más costoso», incidía Crespo Iglesias. Explicó las gestiones emprendidas desde principios del 2020 al tomar Julio Gonzalo posesión de su cargo en Galicia. «Desde el primer momento que expuse el problema que tenemos en Lalín, la necesidad del anillado y salvar Casas Vellas hubo muchas reuniones y gestiones en un esfuerzo titánico que dio sus frutos, así que le agradezco el esfuerzo ante Madrid», dijo.

«No podíamos seguir con esa espada de Damocles si falla Belesar, porque ahora no hay cogeneración y estamos muy en precario», apuntaba Crespo. Ahora se buscará agilizar el proyecto para que pueda estar ejecutado en esos dos años.