La hostelería reabre aunque con dudas sobre el volumen de negocio

R. G. / R. R. / J. B. A ESTRADA/ LALÍN / LA VOZ

LALÍN

Miguel Souto

En Lalín pesan las limitaciones a las 17.00 horas y el cierre perimetral

04 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La hostelería se preparaba ayer para la reapertura. En A Estrada y Lalín podrán hacerlo hasta las 23.00 horas y en Lalín el horario queda limitado hasta las 17.00 horas con diferencia de aforo permitidos en Lalín y en los otros dos municipios. En A Estrada, tras un momento inicial de duda en el que parte del sector de la restauración valoró si era o no factible abrir para el puente, la inmensa mayoría de los bares y restaurantes se pusieron manos a la obra para prepararse para la apertura, aunque con dudas sobre la respuesta del público.

Muchos locales anunciaron en las redes sociales las nuevas condiciones de servicio, en algunos casos con cambios de horarios. Argentinos Burguer, A Casa do Lagoeiro, Navegación, O Quinteiro, O Xarro, O Asador de Leo, Bodedos y O Xulia fueron algunos de los locales que anunciaron su reapertura tras el cierre impuesto. En algunos casos la reapertura vendrá acompañada de una nueva filosofía de negocio.

Es el caso de O Xulia, que, en vista de la excelente respuesta al take away, apostará fuerte por esta modalidad. «Estamos moi contentos coa resposta que tivo a comida para levar este mes, así que imos cambiar o enfoque. Imos abrir e manternos na nosa liña de menú do día pero imos seguir ofrecendo pratos exclusivamente para levar. É algo que sempre tivemos pero polo que agora imos apostar máis. Hai xente que prefire non vir ao local e outra que ao mellor economicamente non pode permitirse iso. A comida para levar ten un prezo máis asequible», explica la empresaria Andrea Villar. Desde el local promueven los envases reutilizables para llevar la comida o el uso de tarteras propias para abaratar costes. «Potenciamos en Instagram o hastag Trae a túa potiña», cuenta.

En Lalín, los bares y restaurantes también empezaban los preparativos. Algunos encaraban esta nueva etapa con optimismo y confían en que fuese el primer paso de una apertura aún mayor. Bares, cafeterías y restaurantes echaban cuentas y lamentaban un fin de semana de frío polar, con la posibilidad incluso de que caiga algo de nieve hoy en Lalín, que les va a dejar prácticamente sin poder usar las terrazas.

En el Currás, Alberto González, se mostraba satisfecho de la respuesta que tuvieron sus menús para llevar, especialmente los fines de semana, y seguirán manteniendo esta oferta. En su caso la limitación del aforo les dejará la posibilidad de tener a un total de 15 personas comiendo en el comedor que supondrá un poco más de negocio. Los fines de semana, anuncia, harán cocido.

«Algo é algo e menos é nada» y mejor sumar que restar, apuntan

En Lalín el sentir general es que «algo é algo» y esa ligera apertura se ve, en algunos casos, como un rayo de esperanza. Mejor sumar que restar, dicen, y aunque reconocen que con la limitación horaria y de aforo, la situación no mejora de forma extraordinaria y el negocio no dará para mucho, la mayoría está deseando poner de nuevo platos o cafés en la mesa. En A Cunca destacan que con la comida para llevar nadie se acordaba de los que están todo el día en la calle, como los obreros de la construcción, y luego no podían siquiera resguardarse en un local a comer con tranquilidad. Algo, al menos, ahora podrán hacer. Mantendrán también el servicio para llevar y destacan la solidaridad de la clientela con gestos como los de dejar un euro de propina con cada menú. Moncho Villanueva, del restaurante Villanueva, al igual que otros de la zona, cree que no va ser mucha ayuda mientras el cierre perimetral se mantenga e impida a gente de otros sitios desplazarse a Lalín. En las cafeterías, los que ya tenían abierto con café para llevar, recibían bien la apertura del interior aunque fuesen unas horas. Se salvan, dicen, los cafés de la mañana, pero los locales siguen sin tener cabida para las cañas y las consumiciones de los que pasaban por el bar después de trabajar y antes de irse a casa.

Los restaurantes se quedan aún sin posibilidad de cenas, aunque el toque de queda ya venía limitando esa opción y, antes del cierre perimetral, ya se produjo una bajada considerable de la clientela nocturna. Locales que estuvieron cerrados como el Asubío abrirán. Eso les supondrá rescatar a los empleados del ERTE pero prefieren, al igual que otros, trabajar, aunque sea poco tiempo.