La familia alerta de los peligros de los geles hidroalcohólicos, que considera «no pueden estar al alcance de niños, sobre todo, de pequeños de tres y cuatro años, que no son conscientes del peligro que puede suponer». Están a la espera de la evolución y del resultado de la operación a la que será sometido la semana que viene antes de emprender cualquier acción. «No queremos perjudicar a nadie, lo que esperamos es que esto no le pase a ningún otro pequeño», explicaba la progenitora.
La abuela, por su parte, cree que en los centros educativos «deberían saber y tener en cuenta de qué están compuestos y lo que pueden provocar. Yo soy cocinera y si veo a alguien que no es capaz de usar una cortadora, no la dejo, porque puede causarle lesiones graves». Y recalca que es responsabilidad de docentes y cuidadores extremar la vigilancia para evitar que puedan repetirse sucesos como este.