Los institutos abrieron de nuevo sus puertas en una jornada sin incidencias

R. Ramos / R. García LALÍN / A ESTRADA/ LA VOZ

LALÍN

Miguel Souto

Los patios se dotaron de dispensadores de gel y, en algún caso, de lavabos

24 sep 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Los institutos de la zona vivieron el día de ayer sin incidencias. Fue la primera de tres jornadas consecutivas de presentaciones que irán llevando a los estudiantes de vuelta a las aulas. En algunos centros como en el Colmeiro, fue llegar e incorporarse a las clases en una jornada lectiva normal, mientras en otros los estudiantes estuvieron tan solo la hora y media que duró la presentación. Unos y otros recibieron una larga lista de instrucciones y formación de prevención del covid-19. Conocer y hacerse con las rutinas establecidas en cada instituto requiere tiempo.

Los centros echaron mano de todas las puertas disponibles para diseñar recorridos de entrada y salida. En el Laxeiro de Lalín son cuatro y en el Pintor Colmeiro de Silleda son seis. Los recreos crecen en número para evitar coincidencias y las cafeterías se reinventan. En el Laxeiro de Lalín se colocaron dos lavabos en el patio que se suman a los dispensadores de gel destinados una desinfección ecológica de manos, con agua y jabón.

Para los estudiantes de primero de la ESO ayer fue también su primer contacto con el instituto. En el Chano Piñeiro de Forcarei les hicieron un recorrido para enseñarles las instalaciones. Fue un día con comedor incluido.

En el Marco do Camballón de Vila de Cruces estrenaron el comedor 41 chavales de primero y segundo de la ESO, distribuidos en dos espacios diferenciados. El menú que se sirvió consistió en potaje de garbanzos con verduras y pasta de primero, tortilla de gambas y champiñones de segundo y yogur natural de postre.

En el número 1 de A Estrada arrancaron el curso con algún profesor de baja y uno de huelga. Los protocolos son similares y se repiten en todos los centros. En el García Barros de A Estrada los estudiantes usaron la entrada un dispensador de gel. Estos están colocados en la mayoría de los centros en lugares estratégicos. En el Aller de Lalín, al igual que ocurría, en los demás, los profesores, especialmente los tutores, fueron recibiendo a los estudiantes de cada grupo acompañándolos a su aula correspondiente.

Graner parte de la dinámica de la jornada consistió en ir testando todas las medidas plasmadas en el papel y diseñadas por los docentes. Fue también la primera ocasión para ir comprobando lo que funciona y lo que no, e poder variarlas y mejorarlas sobre la marcha a base de práctica en la realización de los protocolos.

Tanto el profesorado como el alumnado estaba contento de regresar. Este curso, los docentes tendrán varias misiones más añadidas. Una de ellas será controlar los aforos de pasillos y patios para evitar aglomeraciones. No acercarse al compañero o no tocarse es, a veces, algo muy difícil de conseguir. Pese a todo, ayer, en los institutos se destacaba el buen comportamiento en general del alumnado que va acostumbrándose a las nuevas rutinas.

Cafetería con pedidos telemáticos y entregas en el aula en el IES de Cruces

Evitar aglomeraciones en las cafeterías es una ardua misión en los centros que usan esos espacios como lugar de esparcimiento y que, en muchos casos, eran un refugio a cubierto en invierno donde los metros de patio escasean. En las cafeterías rige la normativa de aforo de la hostelería, pero se quiere ir más allá y evitar concentraciones. En algunos institutos los alumnos entrarán «como nas tendas pequenas, de un en un» pero para evitar colas interminables se estudian diversas fórmulas. En el IES Marco do Camballón de Cruces, la cafetería puso a disposición del alumnado una plataforma. A través de ella los estudiantes hacen sus pedidos. Estos se entregan directamente en el aula donde se distribuyen evitando que los estudiantes pierdan tiempo de recreo.