Las consultas y análiticas se disparan en los centros de salud

Rocío Perez Ramos
Rocío Ramos LALÍN, A ESTRADA / LA VOZ

LALÍN

rocio ramos

Se recupera la normalidad, aunque sigue habiendo mucha atención telefónica

19 jul 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Aunque Deza y Tabeirós-Terra de Montes no son zonas especialmente turísticas, sí que cada año incrementan el número de vecinos con la llegada, en muchos casos, de emigrantes naturales de la zona que regresan a su casa o a la de familiares aprovechando las vacaciones estivales. En algunos concellos se está notando que los visitantes o son menos o este año tardaron más en llegar, y su presencia se está dejando ver más a medida que avanza el mes de julio.

Con la desescalada los centros de salud van recuperando la normalidad y tras meses y semanas de salas de espera vacías, ahora la imagen es otra. En varios de los centros de salud de la zona señalan que estas semanas se han ido disparando el número de consultas y de peticiones para analíticas.

En Agolada, por ejemplo, apuntaban que «ya estamos en la normalidad» y en Vila de Cruces, el coordinador del centro de salud, el doctor José Antonio Abal Arca, explica que «se dispararon las consultas» pero existe un control férreo. Muchas de las consultas, si es posible, se realizan de forma telefónica y estas llamadas sirven también en los centros de salud como un cribado previo.

Estamos en el mes de julio y, como es habitual en esta época, explica Abal, «disminuyen las patologías respiratorias, en muchos casos de crónicos, y aumentan las musculares derivadas de una mayor actividad física y otras como las infecciones de orina» más habituales en esta época del año por el uso de las piscinas, entre otras cosas. En Vila de Cruces, a diferencia de en otras zonas, no están notando la llegada de foráneos y en Forcarei consideran que el volumen de consultas y de analíticas es normal.

En otros concellos con más población como es el caso de Lalín y A Estrada sí se registra un importante aumento de peticiones de consultas. Normalmente el número ya crece un poco durante el verano. En A Estrada se nota el turismo de interior.

Los facultativos de la zona son conscientes de que no hay médicos suficientes y cada año esta carencia provoca que aunque desde el Sergas se contratan algunos sustitutos no llegan para todo y durante los meses de vacaciones, especialmente julio y agosto, es frecuente que unos y otros doblen para cubrir los cupos de otros compañeros que están disfrutando de su descanso anual.

En estas últimas semanas están notando que la gente perdió ya el miedo a ir el centro de salud, aunque queda un cierto respeto y hacen una llamada a la necesidad de no bajar la guardia y mantener las precauciones.

En Lalín apuntan que los usuarios piden consulta por iniciativa propia y que cada vez las consultas son más presenciales, aunque se sigue atendiendo mucho por teléfono y se pide al paciente que vaya en persona «ante cualquier duda».

En la capital dezana, apuntan, se está notando un incremento notable de desplazados. Algunos, cuentan, no acaban de llegar sino que estaban aquí de visita temporal durante el confinamiento y se quedaron. Creen que en el mes de agosto puede bajar un poco el número de consultas porque es habitual que cada año baje un poco.

«La gente no tiene miedo y no queremos salas de espera llenas»

El jefe de servicio de Atención Primaria del centro de salud de A Estrada, Juan Sánchez, explica que «la gente viene y consulta muchas cosas». «La gente no tiene miedo y lo que no queremos salas de espera llenas y saturadas. De momento lo vamos llevando bien. Modificamos las agendas, se van atendiendo las urgencias y hay un servicio de taxi a domicilio hasta septiembre para la atención programada para médicos y enfermería», añade. Cifra en 40 o 45 el número de consultas que tiene todos los días, muchas de ellas telefónicas. Explica que «la gente quiere consultarse lo que no se pudo consultar antes, la gente viene con citas que se anularon en el hospital y en el hospital los derivan aquí en vez de programar ellos las citas». La gente se porta bien y viene con mascarilla, el comportamiento es correcto y si no hay más gente es porque aún hay quien cree que no puede venir. El doctor Sánchez incide en la necesidad de «tener conciencia de que esto no puede volver a ser lo de antes, no puede haber en la sala de espera una persona con diarrea, otra con catarro, una para la baja, una para receta... porque si no vamos a tener brote. Aquí no podemos tener barra libre».

En Dozón tienen un médico itinerante y echan en falta al titular

En Dozón esta semana se quejaban de que el médico titular del centro no pudiera incorporarse a su plaza y esté «confinando en Lalín». Dicen que no entienden como puede consultar aquí y en Dozón no y culpan de la situación a la burocracia. Mientras tuvieron otro médico, pero al parecer el facultativo enfermó y está de baja por lo que estos días les estuvieron mandando uno diferente cada día, según la disponibilidad». En la zona, en cambio, no se está notando un aumento de la atención a domicilio. Los criterios continúan siendo los mismos y las enfermeras siguen acudiendo, sobre todo, a atender a mayores o personas con movilidad muy reducida en muchos casos para controles del Sintrom. Para evitar aglomeraciones a las analíticas en los centros de salud se entra de uno en uno lo que genera colas algunos días.