«La organización salió bien con la implicación y el trabajo de todos»

Rocío Perez Ramos
Rocío Ramos LALÍN / LA VOZ

LALÍN

Rocío Ramos

Destaca la labor de todos los trabajadores en la jornada electoral

15 jul 2020 . Actualizado a las 21:15 h.

La jornada electoral del domingo fue también un examen para la seguridad en estos tiempos del covid-19. La organización de las votaciones en el pabellón de Lalín cosechó felicitaciones por parte de la ciudadanía. El arquitecto Javier Bugallo fue el encargado de diseñar la organización y el coordinador electoral de seguridad que tuvo a su cargo 29 mesas repartidas por 18 colegios electorales. Eran 11 mesas en el pabellón y 18 en las parroquias. El 5 de junio, explica, «recibimos instrucciones en Pontevedra». Entre la labor desarrollada se incluyeron «rondas por los colegios electorales para ver si reunían las condiciones».

En los de las parroquias fue necesario recoger todo el mobiliario y enviar un informe. Señala que «era un compromiso y se intentó hacerlo lo mejor posible». El principal problema fue evitar que la gente se cruzara y hacer recorridos lineales en las parroquias en centros que solo contaban con una puerta. «En el pabellón lo más interesante era salir por detrás de las mesas para que la gente no tuviera que volver para atrás. Fue un poco el sistema que se utilizó».

El pabellón parece muy grande, añade, «pero empiezas a colocar las distancias entre los miembros de las mesas, más las mesa, las zonas de protección de dos metros para que la gente no se acercara...». Añade que «se cambió la disposición de mesas e intentamos hacer la separación ya fuera y que desde la entrada la gente ya se separara y entrara por la puerta que le correspondía para ir a su mesa».

Agradece a la brigada de obras

Este año fue más gente a votar a primera hora, pero luego ya no hubo problema, apunta Bugallo. No faltó material ni se registraron incidencias. Bugallo expresaba su satisfacción por que todo saliera bien con el apoyo de coordinadores de sanidad y de seguridad y personal de apoyo, que «hicieron un trabajo muy importante, y agradecerles el buen funcionamiento de la organización y su total implicación.

Una lista que incluye personal de la Xunta, Protección Civil, Policía Local, gente del Concello y la brigada de obras, «que le echó muchas horas», entre otros.

«Foi moi gratificante e unha experiencia marabillosa»

María Teresa Fernández Froiz integró la nómina de personas que el pasado domingo trabajó en el pabellón lalinense en la jornada electoral. Era la primera vez que vivía tan de cerca unas votaciones y explica que, aunque fueron doce horas de trabajo intenso, la experiencia «foi marabillosa e moi gratificante».

Destaca que «a xente respondeu moi ben ás medidas de seguridade que tivemos», y alaba la organización. En su caso y frente a algún comentario en las redes sociales recalca que «chamáronnos da Xunta e a mín non me escolleron a dedo». Cuenta que unos días antes recibieron formación, el día anterior repasaron todos los protocolos in situ y, «aínda que ese día había xente do Concello tamén guiándonos, tiñamos todo o protocolo e as normas no móbil tamén».

Mayte trabajó más de 20 años en la residencia de As Dores, y el domingo «sentinme arroupada e querida, e a xente mostrouse superagradecida con nós». Aunque no entraba dentro de su cometido «acompañamos os maiores do brazo e quedamos cos rapaces fóra mentres os pais ían votar». Cree que «non había en toda España outro sitio máis seguro» que el pabellón, y comenta que si se volviera a dar el caso repetiría la experiencia sin dudarlo, destacando la labor de sus compañeros de trabajo esa jornada, algunos tan jóvenes como David, que con 18 años era la primera vez que votaba «e tratou aos maiores cun cariño infinito».

«Hay quien cierra el sobre tanto que dos nos costó abrirlos»

Para muchos, el domingo fue su primera vez en una mesa electoral. Es el caso de Miguel Ángel Muñoz que le tocó presidir la 16-B. Cree que al utilizar todo el pabellón hizo que se ganara sustancialmente en amplitud. Cuenta que «cuando antes ibas a votar siempre veías que la gente hacía corrillos y todos nos parábamos para hablar unos con otros, esta vez con todo el protocolo la cosa estuvo mucho más tranquila.

En otras elecciones el pabellón parecía un mercado turco». La anécdota de la jornada fue, comenta, que pese a que fuera se informaba a cada elector de la mesa donde le tocaba más de uno entraba despistado y señala que «había quien decía que igual lo que había que pedir a la gente era que fuera con la tarjeta del censo para tenerlo claro». Dice que «había material suficiente y «no me hubiera parecido mal que a los miembros de las mesas nos hicieran una prueba PCR antes y unos días después de los comicios». Los circuitos establecidos «hicieron que no hubiera filas dentro» y descubrió que «alguno pega el sobre tan a conciencia que dos nos costó abrirlos porque no había manera».

Javier Bugallo destacaba el esfuerzo extra en una jornada de mucho calor. Miguel Ángel explica que «no se podían poner ventiladores por el virus»- Una circunstancia que comprende y señala que «aunque fue una experiencia, para la próxima preferiría librar, que al final son muchas horas».