Edelmiro y las cuatro chicas de la Praza dos Cabalos en Lalín

Rocío Perez Ramos
Rocío Ramos LALÍN / LA VOZ

LALÍN

E CUIÑA

Animan el confinamiento con canciones nocturnas que unen a los vecinos de las calles de la zona

08 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Todo empezó el primer día de confinamiento, allá por el 13 de marzo. Un vecino de la zona de la Praza dos Cabalos en Lalín, Edelmiro González, tomó la decisión de poner desde su ventana todos los días una canción que sonaba a las 22.00 horas. Se convirtió en una cita diaria que empezó a ser seguida por los vecinos de los edificios del alrededor. Fue todo un éxito. Y visto los gritos de «outra», «outra canción» que sonaban desde ventanas y balcones la cosa fue creciendo a tres cada noche. A Edelmiro se sumó su prima, Lucía Varela, que vive en otro edificio de la zona y a ella, las hermanas Belén y Rocío Taboada y Jessica Froiz que residen en diferentes pisos del mismo inmueble. Las cuatro ponen su voz para cantar cada noche.

Belén Taboada cuenta que «Edelmiro mándanos as cancións do día pola tarde, e nos ascantamos, ou máis ben as berramos», bromea. El día que no salen a cantar las echan de menos y las vecinas preguntan unas a otras: «¿e logo hoxe non cantan as chicas?».

Belén hace prácticas en la residencia de As Dores, su hermana Rocío es voluntaria de Cruz Roja y ayer por la tarde estaba realizando reparto de medicamentos a domicilio. Jessica es militar en Pontevedra y ayer tenía turno de tarde y Lucía trabaja en A Piñata. Las canciones son de estilos diversos desde la más moderna de regetón a la más antigua y con temas para todas las edades. Lucía pone también alguna especialmente dedicada a los más pequeños de la casa. Tanto ella como Edelmiro tiran de altavoz para hacer oír la música.

Estos días la fiesta sorprendió a más de un caminante que cruza a esas horas por la calle y se encuentra con este encuentro musical que anima la zona. Y eso que, como explica Belén, no se ven mucho. Estar en una confluencia entre calles dificulta la visión de unos edificios a otros. Ellas están en un inmueble frente a Las Palmeras y Edelmiro en la otra calle y no se pueden ver con lo que la comunicación es básicamente de oreja a oreja. La fiesta une a todo el barrio.