El músico lalinense Benxamín Otero elabora nuevas composiciones, prepara un disco en solitario para finales de año mientras acaba de ver la luz un EP junto a la cantante barcelonesa Elena Tarrats
29 abr 2020 . Actualizado a las 05:00 h.El músico y profesor del Conservatorio de Lalín, Benxamín Otero, decidió convertir el confinamiento en una oportunidad para generar nuevas rutinas en un ejercicio de autoexploración personal que explosionó en un incremento de su faceta creativa. Ensayos y actuaciones a través de las redes sociales, composición de nuevos temas o la elección de aquellos que conformarán un disco en solitario que prevé editar antes de finalizar el año conforman parte del trabajo diario de un hombre con otras muchas inquietudes culturales, como la fotografía, la magia o las publicaciones.
Reconoce que el estado de alarma acrecentó su creatividad en un intento «por facer cousas nunha situación tan anómala e que socialmente resulta tan devastadora; eu non paraba na casa, tan só para durmir e pouco máis». Un choque en toda la regla a su cotidianeidad que le motivó a buscar qué funcionaba bien en su vida y qué cosas no para fijar prioridades y retomar proyectos o generar otros nuevos. Aunque se siente un privilegiado por estar encerrado en casa con su gato, comparte esa ansiedad generalizada que a veces que incluso afecta al sueño, lo que no siempre es negativo para que se encienda la chispa creativa.
Durante este estado de alarma además saltaba a plataformas digitales como Spotify o YouTube su último trabajo, un EPS con cinco temas bautizado Tocar a pel do animal. Acompaña a Benxamín Otero en este trabajo la cantante barcelonesa Elena Tarrats, que también participa en las letras junto a la escritora afincada en Lalín Chus Pato, encargándose Erín Moure de las traducciones. La grabación se había realizado el pasado diciembre en el estudio As Gonzalinhas de Lalín en apenas dos días.
«Gozamos moito co proceso creativo, foi moi bonito e improvisado», comenta Benxamín Otero sobre este nuevo EP. La idea primigenia partía de Elena Tarrats a raíz de unas fotografías del creador lalinense que le gustaban, planteándole ponerle música y voz. La cantante llegó desde Cataluña, entrando al estudio una tarde y la mañana siguiente sin nada preconcebido. «Foi fantástico, entramos no estudio coa incerteza e deixándonos levar polo que as imaxes suxerían», recalca.
Frío, A morte, O amor, Ilusión y O risco son los títulos de estos cinco temas, un trabajo «moi orgánico, de saír para adentro», del que no habrá disco físico pero sí otra iniciativa paralela. Serán cinco postales, una por canción, con la fotografía que la inspiraba y el texto de la letra. Por ahora no hay plazos para su edición en espera de la evolución del estado de alarma.
Estas semanas se encuentra además en plena selección de temas, de preparación de arreglos musicales antes de poder entrar estudio para grabar un disco en solitario. En el horizonte tiene marcado finales de año para su salida al mercado, en una iniciativa que tenía en cartera y con ganas de realizar hace tiempo, pero que ahora encontró hueco en su agenda al paralizarse actuaciones programadas o las propias clases en el Conservatorio. Serán doce temas donde el clarinetista lalinense, que toca también otros instrumentos como el oboe o el corno inglés, también dará cabida a guitarras o cajas de música.
La composición figura además en su día a día, costándole un poco más, argumenta, porque era una faceta que tenía más aparcada. Pero ya va cogiendo ritmo después de arrancar con cierto titubeo, imbuido del espíritu creativo en tiempos convulsos.
Actuaciones canceladas junto a Germán Díaz o Celso Fernández
La música o la cultura en general se está resintiendo de forma especial por el confinamiento. Benxamín Otero tenía programada una gira de actuaciones junto a Germán Díaz. Ambos colaboran ya desde hace años, acompañando el lalinense al zanfonista vallisoletano en algunos de sus discos, el más reciente Trece cancións bonitas. Lanzarote, Madrid, Valencia o Valladolid eran algunos de los destinos para ofrecer conciertos que quedaron anulados o aplazados.
Pero en ese barbecho surgía una innovadora iniciativa del Concello de A Pobra do Brollón, que decidió contratarle para ofrecer una actuación a través de Facebook. Toda una sorpresa para Benxamín Otero, que elogió este tipo de propuesta cultural con la que ofrecer una alternativa de ocio a los vecinos, en este caso del municipio lucense.
Un pequeño oasis en el desierto porque, por ejemplo, además de la gira con Germán Díaz también están aplazadas las citas junto al narrador oral Celso Fernández Sanmartín, también lalinense, en La Borriquita y en Modus Vivendi de Santiago. No tempo dun café entremezcla música y cuentos, con una treintena ya de actuaciones a sus espaldas, todos los primeros lunes de mes. Varios años donde intentan reinventarse, introducir cosas nuevas. Recuerda Otero que en la pasada temporada, el público incluso le llevó tartas y regalos por su cumpleaños. Tienen fieles que no se han perdido ni una sola de esas actuaciones.
Exposiciones de fotografía y publicaciones
La fotografía también juega un papel especial en la vida de Benxamín Otero. Imágenes con mensaje, cargadas de lirismo, donde los contrastes invitan a la reflexión. Ya atesora algunas exposiciones, mientras está involucrado en otros proyectos como la publicación Foro para Cultivos Culturais (FoCuCu), que ya alcanza cinco números, el último recién salido bajo el título «Persuasión». La magia, el humor, la docencia,... Y ahora la preocupación por los tiempos duros que se avecinan para la cultura, una precarización que, dice, se arrastra hace tiempo.