CxL y BNG dicen que Crespo intenta amordazar a la oposición de Lalín

Olimpio Pelayo Arca Camba
o. p. arca LALÍN / LA VOZ

LALÍN

E CUIÑA

En nota conjunta, que no incluye al PSOE, tildan de injustificada la expulsión de Vilariño del pleno y dicen que Lamela no puede seguir representando a los vecinos

02 feb 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Los grupos municipales de CxL y BNG califican de «absolutamente inasumible e carente do máis mínimo tenor democrático» lo sucedido en el pleno de Lalín el viernes. Consideran injustificada, arbitraria y de dudosa legalidad la expulsión del nacionalista Francisco Vilariño, con los insultos posteriores del alcalde de «sinvergüenza», en lo que creen «un burdo intento do rexidor de intentar amordazar» a la oposición, y recuerdan que en el anterior mandato el PP se posicionó «contra a máis que xustificada expulsión do pleno do tránsfuga Juan José Cruz», apoyando la petición de informes al secretario sobre la legalidad de aquella medida. «Non queremos un goberno politicamente prepotente que cando queda sen argumentos ataca a esfera do persoal atravesando todas as liñas vermellas», indican.

Al tiempo, consideran que la concejala Karen Fernández Lamela «non pode continuar un minuto máis representando aos lalinenses, despois da agresividade dialéctica e nas formas, propias dunha persoa violenta, que demostrou non ser capaz de asumir a crítica política e a labor de fiscalización encomendada á oposición». Critican que utilizase expresiones que atacan a la esfera personal del coordinador de CxL, Rafael Cuíña, a quien le llegó a decir: «Se teu pai vira o que me estás facendo partiríache a cara a hostias», además de tildarlo de «fracasado político» indicándole que no lo quisieron «en ningún lado, nin na Mancomunidade, nin na AED, nin no Concello» y de vivir del dinero de su padre. Crespo había afeado a Cuíña que intentase humillar a la concejala, haciendo notar que leía sus intervenciones ?no fue la única?, tras una dura intervención en que el de CxL calificó a Lamela de «politicamente incapaz» y decirle que «todo o que toca está destinado ao fracaso máis absoluto» y que «como concelleira non vale». Critican ataques personales de Crespo a Cuíña, al decirle «Karen é mellor empresaria ca ti», a lo que Cuíña replicó: «A miña capacidade de empresario é ser presidente dun grupo con 400 persoas».

CxL y BNG creen que el PP sembró el pasado mandato el caldo de cultivo de lo que sucede en el pleno de Lalín, «calando, rindo e apoiando os auténticos desmadres dialécticos do tránsfuga Cruz», heredados por la concejala y con la consecuencia de que en siete meses la oposición abandonó ya el pleno de Lalín dos veces, récord en democracia.

Ambos grupos dicen vivir «no Lalín da lei mordaza imposta polo PP», con edilas que merecen la reprobación como Lamela que se meten en la esfera de lo personal y no asumen la legítima crítica política. Concluyen que las maneras, amenazas veladas de adaptar los plenos a lo que Crespo considere y su prepotencia cuando anima a sus concejales demuestran que no solo no cambió «senón que nos atopamos cun actual alcalde perigoso en canto a actitude afastada da democracia en Lalín, que insulta no persoal e pensa que a oposición mellor calada» y que los vecinos son «os seus súbditos».

Valoración de Román Santalla

Román Santalla hizo su propia lectura, ya que el PSOE no figura en la nota conjunta de CxL y BNG. En términos generales, sostiene que Crespo están teniendo problemas para gestionar los plenos, en gran parte por la bisoñez de sus concejales, que no asumen la crítica política. Subraya la necesidad de un reglamento, al tiempo que destaca el comportamiento de los socialistas en las sesiones plenarias. Valora que «Crespo non pode permitir o insulto político, nin dun lado nin do outro», pero todo se desmorona cuando es el propio alcalde «quen toma a palabra e é capaz de insultar a calquera».

Sobre lo sucedido el viernes, considera que Fernández Lamela debe pedir disculpas públicas por sus palabras, «non se pode apelar a un familiar difunto, iso rompe todas as barreras, por iso nos ausentamos do pleno». Considera que Crespo debió expulsarla de inmediato de la sesión, pero no lo hizo. Por otra parte estima «demasiado rigurosa» la expulsión de Vilariño, señalando que el alcalde actuó «como un árbitro casero».

Sostiene que el PSOE hará críticas duras, pero correctas en las formas como las de Alba Forno en la moción que desencadenó los incidentes el viernes: un comportamiento correcto que, dijo, es lo que demandan los vecinos.