«Enseño a los alumnos y ellos me ayudan, es un aprendizaje recíproco»

amelia ferreiroa LALÍN / LA VOZ

LALÍN

Elena Cuíña

Los chavales pueden dialogar con personas cuyo idioma materno es el inglés

23 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La Consellería de Educación cuenta en este curso académico con un total de 617 ayudantes de conversación, que están prestando apoyo en distintos centros educativos gallegos, seis de ellos están en nuestra zona. Los institutos Losada Diéguez y García Barros de A Estrada, el Marco do Camballón de Vila de Cruces junto con el Ramón María Aller y Laxeiro de Lalín reciben a ayudantes de conversación al igual que los colegios de Rodeiro, Vicente Arias de la Maza (Vilatuxe) y Varela Buxán (Cercio). Ashley Céspedes tiene 23 años, es estadounidense y ayudante de conversación en los institutos Ramón María Aller y Laxeiro de Lalín.

-¿Cómo se embarcó en este programa?

-Soy licenciada en Literatura y Teatro por la Universidad de Carolina del Norte, y allí fue donde nos informaron sobre la posibilidad de viajar a España para prestar apoyo a alumnos en conversación. Me pareció muy interesante y me apunté.

-Y escogió Galicia.

-En realidad puedes escoger entre tres destinos. Yo puse Valencia, País Vasco y Galicia... Buscaba venir a algún sitio que tuviera mar ya que me dijeron que era muy bonito. Tuve oportunidad de verlo y me gustó mucho. La verdad es que no conocía España y esta también era una manera de poder viajar aquí.

-¿Tiene apellido español?

-De Nicaragua. Mis padres son nicaragüenses pero yo nací en Estados Unidos.

-De ahí su buen dominio de la lengua española.

-(Risas). Bueno, no tanto. Entiendo muy bien el español pero no lo hablo tan bien. Venir a España y ser ayudante de conversación es una gran oportunidad también para nosotros, para perfeccionar la lengua española. Ayudamos a los alumnos pero ellos también nos ayudan a nosotros con el idioma. Es un aprendizaje recíproco entre unos y otros.

-¿Sus padres le hablaron español desde la infancia?

-Me hablaron mucho español pero nos movimos por muchos estados del país hasta acabar en Carolina del Norte, y se me fue olvidando mucho vocabulario.

-¿Cómo es su día a día en los institutos lalinenses?

-Pues voy a clase con uno de los profesores del centro y ayudo a los chavales con el inglés, les hablo en mi lengua, practicamos la pronunciación y miramos la gramática. Me encuentro muy a gusto con los alumnos y con los profesores de los institutos, hay una muy buena sintonía.

-¿Cuántos alumnos participan en las clases de conversación?

-No sabría dar una cifra exacta... pero son muchos. Tengo alumnos de 2º, 3º y 4º de la ESO y también de Bachillerato de los dos centros a los que voy.

-¿Cómo es el nivel de inglés del alumnado?

-No puedo todavía hacer una evaluación definitiva del nivel que tienen. Llegué a finales del pasado mes de septiembre, y va poco tiempo. Algunos entienden mejor que otros, la pronunciación en algunos casos es más floja y otros pronuncian mejor. Mi estancia y trabajo finalizará en el próximo mes de mayo y ahí si que ya podré sacar algunas conclusiones más precisas sobre el desarrollo de esta iniciativa.

-¿Considera que es un programa interesante?

-Muy interesante. Es una oportunidad muy grande para mejorar los idiomas y si tienes a personas nativas para hacerlo mucho mejor. La pronunciación de un profesor nativo es muy diferente. Deberían de existir más programas de estas características, que siga habiendo intercambios donde los idiomas jueguen un papel fundamental.

Caras nuevas. Algunos auxiliares de conversación repiten estancia en este curso, y otros lo hacen por primera vez.

Idioma y cultura. La presencia de los ayudantes en los centros educativos e institutos permite un acercamiento al idioma pero también a otras culturas.

«Planteo cuestiones de actualidad en el aula para hablar y debatir sobre las mismas»

Para Ashley Céspedes esta es su primera experiencia como auxiliar de conversación. Una nueva etapa en su vida que valora positivamente, pero sin mojarse todavía sobre la posibilidad de poder repetirla en años venideros.

-Creo que se puede pedir de nuevo tomar parte en este tipo de programas pero primero quiero finalizar este, y hacer una valoración definitiva de todo lo que se hizo. Es muy pronto para pensar en un segundo programa porque llevo muy pocos meses en este. Ya veremos cuando remate.

-Pese a que lleva pocos meses en nuestro país y que ya tenía conocimientos de español, ¿considera que habla mejor?

-Pienso que mejoré pero no solamente yo, también los chicos creo que mejoraron su inglés desde que comenzamos con este apoyo de conversación. Aprovecho las clases para plantear alguna cuestión de actualidad para que podamos hablar y debatir sobre la misma. Hace que los momentos que comparto con ellos sean más variados y creo que se lo pasan bien. Se trata de que los alumnos aprendan más, pronuncien mejor pero que se lo pasen bien en las clases, que no sean aburridas. Yo intento que sean amenas. Habría que preguntarles a los chavales que opinan de las mismas (risas).

-De Carolina del Norte a Lalín menudo cambio.

-Mucho. Lalín es un pueblo tranquilo, bonito y a mi todo el mundo me acogió muy bien. Hasta el momento no tuve problemas. Aprovecho las horas libres para ver otras ciudades, el mar que me encanta...

-¿Y la comida?

-Me gusta. No tengo problema con la comida y con los platos españoles. Lo que más hecho de menos es a la familia pero es normal. Estoy muy lejos de casa y creo que ellos también me echan de menos.