El fiscal rebaja a cinco años de prisión la condena a un estradense por atacar a su ex jefe con un machete

La Voz

LALÍN

10 oct 2019 . Actualizado a las 16:55 h.

A la segunda fue la vencida y después de que se aplazase el pasado 24 de septiembre la vista en la que se juzgaba a un estradense por un presunto ntento de homicidio en grado de tentativa por agredir a su ex jefe con un machete, el juicio se celebró hoy en la sección segunda de la Audiencia Provincial. La primera vez la suspensión vino motivada por la ausencia del forense cuyo testimonio las partes consideraban determinante. 

Hoy la sección segunda de la Audiencia dejó visto para sentencia el caso. La fiscalía rebajó a cinco años de prisión su petición (inicialmente en el escrito de acusación pedía ocho años) y mantiene la petición de que se le prohiba acercarase al agredido a una distancia que no fuese inferior a los 200 metros en cualquier lugar en el que se encuentre, por un total de trece años y la prohibición de comunicarse con el por cualquier medio durante ese mismo tiempo. La Fiscalía mantiene también la reclamación para el acusado del pago de una indemnzación para el agredido, en este caso por un montante de 36.385 euros. Una parte de esta indemnización correspondería al pago al herido por los días que tardó en curar sus lesiones, otra parte sería por la secuelas fisiológicas, otra por las secuelas estéticas derivadas de la lesión sufrida, a las que se sumaría otra cantidad por la intervención quirúrgica a la que tuvo que ser sometido y una última cantidad por lucro cesante derivado de su incapacidad total para ejercer su profesión habitual.

En la vista, según apunta Efe, el acusado aseguró que no sabía lo que había ocurrido ese día decoarando que "se me nubló la vista, no sé lo que pasó" y recordó que confesó ante la Guardia Civil que habia tenido un incidente con su jefe. Los hechos se produjeron en torno a las 20.15 horas el  8 de dociembre del año 2015 en un estacionamiento de la parroquia de Arnois. Allí el acusado se citó con su ex jefe supuestamente para arreglar un conflicto laboral.En las conclusiones provisionales del caso se recogía que el momento que el hombre se acercó a la furgoneta del otro para hablar con el, este salió del coche «cunha machada portuguesa (das que carecen de contrafío, cun mango de 68 centímetros e un fío de 10 centímetros) e sen mediar palabra propinoulle un machadazo» que le impactó en el antebrazo cuando rataba de protegerse la cabeza la cara del golpe interponiendo el brazo. El herido sufrió una herida incisa de seis centímetros.