El PP gallego eligió el Kilómetro Cero para festejar el Día de Galicia con un acto en el Pazo de Liñares de Lalín que sirvió también para cerrar el curso político. Antes de eso, en la rúa Memorias dun neno Labrego, el presidente del PP, Alberto Núñez Feijoo, y el alcalde de Lalín, José Crespo, reivindicaron el rural depositando una corona de laurel a los pies de la estatua de Balbino, el personaje más universal de la literatura gallega. En Liñares y acompañado de los presidentes del PP de las cuatro provincias, el gobierno gallego y un gran número de miembros del partido, Feijoo reivindicó "un galeguismo que é patrimonio de todos y que definió como "un conxunto de valores que compartimos a maioría dos galegos" reivindicando una Galicia "que quere que nos atendan, que nos entendan e que nos respeten como un dos pobos máis importantes de España". El presidente de los populares aprovechó para lanzar un mensaje a los suyos de cara a las próximas elecciones autonómicas y se sumó a la fórmula que poco antes apuntaba Crespo y que basada en tres puntales "Traballo, humildade, cercanía coa xente e un bo equipo". Integrantes del grupo lalinense A Carballeira de Cercio interpretaron varias piezas, entre ellas el Himno Galego con el que se cerró el acto, y una pareja de la agrupación bailó una pieza a la llegada de Feijoo al pazo.