Hace pocos días se producía un atropello frente al colegio Manuel Rivero de Lalín. Se trata de un punto peligroso por el alto número de vehículos que discurren por la ronda Este. El Concello decidió instalar dos reductores de velocidad en las inmediaciones del centro para el calmado del tráfico y mejorar la seguridad en una zona con tránsito de escolares. La medida fue consensuada por el gobierno local con los padres de alumnos.
Los dos lomos de burro obligarán a los conductores a reducir la velocidad en ese tramo urbano, sumándose a otras medidas adoptadas en su día como la colocación de barandillas en las aceras. El regidor, Rafael Cuíña, y el edil de Obras, Manuel Vilariño, supervisaron ayer la ejecución de los trabajos para mejorar la seguridad frente al Manuel Rivero. Ambos apuntaron que quizás el emplazamiento escogido en su día para el centro no fue el más adecuado por la cercanía a esa carretera que cuenta con mucho tráfico pesado.