«No hay que buscar la culpabilidad en la víctima sino en el asesino»

amelia ferreiroa LALÍN / LA VOZ

LALÍN

cedida

El Concello de Lalín acaba de otorgar a Adriana Iglesias el primer premio del concurso de cartas "Dillo a quen maltrata"

20 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Como válvula de escape y de evasión a las numerosas horas que está dedicando a la preparación de oposiciones, Adriana Iglesias Méndez hizo un paréntesis y decidió aportar su grano de arena al concurso Dillo a quen maltrata, convocado por el Concello de Lalín a través de la Oficina de Igualdade dentro de su décima quinta edición. Y no le fue nada mal. Entre las veinte cartas preseleccionadas de las 87 originales presentadas, el tribunal propuso la concesión del primer premio a la misiva de esta lalinense, graduada en Lengua y Literatura Española y Máster en Educación y Servicios Culturales.

-¿Participara en otros concursos de estas características?

-No. Fue mi primer concurso y mi primera creación literaria.

-Pues parece que resultó positivo, habrá que pensar en repetir.

-(Risas). La verdad es que participé para evadirme de la rutina del estudio. En casa me animaron, algún conocido también... Personalmente consideré que si conseguía algo sería también una manera de sentirme realizada. Tengo que decir que me presenté al concurso in extremis. Vi la publicación que se hizo del concurso pero luego me olvidé, y finalmente el 1 de noviembre un conocido me recordó el tema y esa misma noche hice la carta, me salió en el momento e incluso hice una segunda que también presenté a este mismo concurso. En cuanto a repetir experiencia no dispongo ahora mismo de mucho tiempo, estoy centrada al 100 % desde hace varios meses en la preparación de las oposiciones pero cierto que un premio te da alas e ilusión, y a lo mejor me presento en un futuro a otras cosas.

-Su carta se titulada «Culpabilidad», ¿que quiso transmitir?

-Tenía en mente un relato, pero finalmente hice una carta ya que así lo estipulaban las bases, y es una misiva de una madre a una hija; que siempre tienen un vínculo especial, que narra una historia de vida y malos tratos. Lo que quise transmitir es que no hay que buscar culpabilidad en la víctima ni en el entorno sino en el asesino. La culpa es de quien hace daño y comete un asesinato. Es penoso como en nuestra sociedad se continúa criminalizando a la mujer por una determinada conducta o por su forma de vestir cuando en realidad las miradas deberían de dirigirse en exclusiva al agresor, a quien hace algo tan horrible como menospreciar, golpear e incluso llegar a matar.

-¿Se inspiró en alguna situación conocida?

-No. Es ficción pura y dura pero cierto que me inspiré en conversaciones que mantenemos las chicas de mi edad; la forma de vivir la vida que mantenemos nosotras respecto de la de nuestras madres que es abismal. Muchas de ellas se sentían plenamente realizadas cuidando de la casa, de los hijos y con un hombre a su lado. Sin embargo para ser feliz y sentirse realizada no tiene que ser siempre así.

-¿Iniciativas como este concurso pueden ayudar a acabar con la violencia de género?

-Cualquier iniciativa es buena ya que está haciendo una labor de concienciación. El hecho de pensar y de transmitir ya es una forma de ayudar. Que la gente acuda a actos como los previstos para el próximo domingo en los que se incidirá y se reflexionará sobre la lacra de la violencia de género es trabajar la concienciación y sensibilizar sobre este gran problema. Por supuesto que también hay que actuar y denunciar siempre cualquier tipo de maltrato sea físico o psicológico. Nadie debería de callarse y si algo chirría no dudar ni un minuto en denunciar la situación. Esperar puede desencadenar en un trágico final.