Carabelo no descansa y sigue trabajando durante el verano

jaime de lorenzo / o. p. LALÍN / LA VOZ

LALÍN

rober amado

El colectivo ayuda a niños de Lalín a preparar exámenes de septiembre y colabora en el Desván

05 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Carabelo no descansa ni en verano y es que las necesidades tampoco se toman vacaciones. La asociación que preside Valentina Díaz y que apoya a los niños en riesgo de exclusión y sus familias, a las que ayudan a salir adelante e integrarse en la comunidad, siguen trabajando estos meses estivales enfocados en los exámenes de recuperación: «Las voluntarias están apoyando escolarmente a los chicos a los que les quedó algo en la escuela y lo tienen que retomar en septiembre», comentaba Díaz. Incluso sin contar con la ayuda suficiente ?son solo veinte voluntarias fijas y algunas colaboradoras puntuales? la organización mantiene la asistencia que le prestan los jueves de este mes al Desván de Lalín en el clasificado de ropa y su posterior ordenamiento.

Aun así la coordinadora pide más ayuda, «necesitamos más colaboración, para el curso que viene queremos realizar talleres con las madres. A las extranjeras les enseñamos el idioma para que se integren, cocina, bordado y pintura. Por eso necesitamos más voluntarios». Atienden a unos 60 niños aproximadamente de distintas nacionalidades, tanto extranjeros como españoles, «aunque ahora se nota un aumento de personas venezolanas», apuntaba Díaz. También tuvo palabras de agradecimiento para los apoyos habituales como la panadería Bouzada que cede el pan para la merienda de los chicos o algunas librerías que les dan material escolar. Aunque sea de manera puntual también cuentan con alguna doctora que imparte talleres sobre salud o dentista que realiza algún tratamiento bucal no cubierto por la Seguridad Social.

Ya son cinco los años que llevan trabajando y tampoco disponen de los fondos que les serían necesarios para abarcar todos sus campos de acción. Gracias a la financiación del Concello de Lalín y a lo que consiguen recaudar con galas benéficas o mercadillos continúan su impagable labor.