El plazo acabó hace casi dos meses y hay muchos propietarios que los obviaron
22 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.El 31 de mayo acababa el plazo que los particulares tenían para limpiar de maleza las fincas para evitar incendios forestales. Unas labores a las que debían hacer frente, en base a la Lei 3/2007 de prevención de incendios, los titulares de parcelas y terrenos situados en suelo urbano, urbanizable o núcleo rural. Se incluyen también dentro de esa limpieza de maleza los terrenos situados en una franja perimetral de 50 metros y los espacios situados alrededor de edificaciones, viviendas aisladas y urbanizaciones emplazadas a menos de 400 metros de terreno de monte. En los núcleos y en las franjas tampoco podrá haber determinadas especies, como pinos, acacias, eucaliptos, toxos o retamas.
La mayoría de los concellos de las dos comarcas pusieron bandos, enviaron cartas y hoy, a punto de cumplirse dos meses desde el vencimiento del plazo, muchos alcaldes reconocen que queda mucho por hacer. Alguno, incluso, señala que «menos mal que este ano, de momento, chove».
Pero como estas cosas no se pueden dejar solo a expensas del cielo, los representantes municipales emprendieron nueva ronda de comunicaciones y expedientes a aquellos que aún no cumplieron con lo que les exige la normativa. Por ahora, todos los consultados de la zona, apuntan que aún no cursaron denuncias que pueden derivar en sanciones.
En la zona aún hay amplias zonas de terreno que continúan sin limpiar. Los concellos empezaron a emitir requerimientos, con más o menos suerte, y también han empezado a recibir alegaciones a ellas. Hay también quien denuncia a los colindantes de que incumplen la ley. En estos casos el procedimiento pasa por verificar la denuncia in situ visitando la finca, para luego mirar el mapa catastral para saber el nombre del propietario. Precisamente esa labor no es fácil y la cosa se complica mucho más cuando son varios o, lo que es peor, son propiedades que aún están a nombre de antepasados ya fallecidos.
A esa labor de vigilancia de los concellos, que tienden a ser más comprensivos y más flexibles con sus vecinos, se suma la que llevan a cabo policías autonómicos, personal de Urbanismo o de Medio Ambiente dedicado casi en exclusiva a ese cometido.
En Agolada, el alcalde explica que les consta que la Policía Autonómica anduvo realizando esa labor hace poco por esta zona y que «algo cazaron», apunta el regidor. Rodeiro va a empezar una remesa de nuevas comunicaciones y en Silleda, el alcalde apunta que abrieron varios expedientes y los vecinos van cumpliendo. La lluvia contribuye a frenar, de momento, los incendios, pero unido a unas temperaturas ya propias de esta estación hacen también que la maleza prolifere como nunca. Una guerra contra la que están inmersos todos los concellos.
En A Estrada, Juan Constenla, explica que «temos cinco destrozadoras traballando nas pistas» y no se da hecho. Una situación a la que se enfrentan también el resto de los concellos y el que más y el que menos no da abasto a estas labores de limpieza. Lalín tiene también en marcha un plan de desbroces, al igual que otros concellos.
Denuncia de 32 plantaciones de eucaliptos en la Rede Natura
Lo que sí les consta en el Concello de Agolada, son las 32 denuncias realizadas por la integrante de un grupo ecologista por otras tantas plantaciones de eucaliptos en terrenos de la Rede Natura, una zona protegida donde no tienen lugar las plantaciones de esta especie. El alcalde, Ramiro Varela, explica que la Xunta les notificó la existencia de estas y les demandó información sobre las fincas, ya que en la denuncia figura solamente la geolocalización de las mismas con las coordenadas de GPS. Recuerda que el Concello ya había detectado algunas y advertido a los vecinos, a veces, sin demasiado éxito.