Lalín despide esta tarde a María Varela, una de sus abuelas más longevas

La Voz LALÍN / LA VOZ

LALÍN

CEDIDA

Nacida en Santa Comba, vivió desde muy pequeña en la parroquia de Palmou

22 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Lalín despide a una de sus abuelas más longevas, María Varela Blanco. Había nacido en Santa Comba el 12 de octubre de 1912, pero desde muy pequeña se asentó en la parroquia lalinense de Palmou. Fue allí donde se crió con su abuela materna y donde también contrajo después matrimonio. De familia numerosa, fue ella quien sobrevivió a todos sus hermanos.

Tuvo cuatro hijos, siete nietos -entre ellos, el concejal del BNG de Vila de Cruces, Xoán Blanco- y tres bisnietos, y en el tramo final de su vida -que se apagó la noche del pasado miércoles- residió en Carragoso, con su hija Marité. Allí fueron los sucesivos cumpleaños una vez superado el siglo de vida, en compañía de su familia. Porque a María le gustaba tener gente en casa, mesas grandes como las de antaño, y sentirse arropada por los suyos, aunque la memoria le jugase alguna mala pasada.

Fue combativa hasta el final, y el pasado mes de abril se sometía con éxito en Santiago a una operación de piel, con un injerto de piel en la cabeza. Su familia comentaba lo bien que fue su recuperación, increíble para su edad. Pero el miércoles su cuerpo con 105 años dijo basta.

Costurera en Palmou

María Varela había sido costurera. Entre su familia estaban sus primeros clientes, y su hija Marité comentaba en la celebración del 104 cumpleaños de María que era ella la que se encargaba siempre de confeccionarles la ropa. Modificaba los abrigos, les daba la vuelta e incluso cambiaba el corte para hacer de ellos una prenda distinta. Para que todas fuesen tan guapas como a ella le gustaba estar, con las uñas pintadas y luciendo alguna joya.

Esta mujer siempre fue además cuidadosa con su alimentación, y el café y el vino no estaban entre sus productos de consumo. Optaba por alimentos saludables, de verduras a legumbres y productos de temporada. Quizás ahí residiese uno de los secretos de la longevidad que atesoró, y por eso fueron unos hábitos que transmitió a sus hijos: Manuel, Gonzalo, Luisa y Marité, que velan su cuerpo en la sala 1 del Tanatorio Lalín.

Esta tarde le darán el último adiós sus familiares y conocidos, con salida del tanatorio a las seis hasta la iglesia parroquial de San Xoán de Palmou, con posterior inhumación en el cementerio parroquial.