El BM Deza mostró sus credenciales para lograr la Copa

LALÍN

miguel souto

Los verdinegros fueron muy superiores a un Pontedeume desbordado (31-21)

13 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El Balonmán Deza partía como favorito para alzarse como ganador de la Copa Federación y en la semifinal mostró sus credenciales al doblegar sin problemas al BM Pontedeume por 31-21. Los blanquiverdes rompieron el partido ya de inicio, cosechando rápido una clara ventaja en el marcador que fueron ampliando para irse al descanso con 19-9. En la final se enfrentarán hoy, a partir de las 12.30 horas, en el Lalín Arena al Campus Ourense.

La profundidad de banquillo del BM Deza, con jugadores que hasta hace poco estuvieron en Primera Nacional como Aser, Canario o Martín Losón, se hizo notar frente al Pontedeume. Todo ello en un partido donde los árbitros se erigieron en protagonistas con sus decisiones, muy criticadas en especial por el equipo visitante. Entre ellas una expulsión con roja directa de uno de sus jugadores, con todo ya decidido, presuntamente por un comentario ya que no estaba en ninguna disputa o jugaba con un rival implicado.

Tras el descanso, Pincho decidió dosificar jugadores y contemporizar en el juego vista la diferencia en el marcados. Los visitantes llegaron a recortar a 25-18, pero una nueva rotación de los locales posibilitó mantener las diferencias y ampliarlas de nuevo. Tampoco les funcionó medidas defensivas, como una individual sobre Aser. Con buena actuación de los dezanos en portería y algunas contras, pese a que hubo errores ya con la victoria asegurada, solo quedaba dejar pasar los minutos. Al final un 31-21 entre aplausos de las casi doscientas personas que acudieron al multiusos lalinense a animar al BM Deza.

Campus Ourense se impuso al Chapela (30-26)

En la otra semifinal el Campus Ourense ganó por 30-26 al Chapela en un encuentro que comenzó igualado los primeros minutos, para apretar los ourensanos desde el 6-6. Al descanso ya se fueron con ventaja de 16-11, para seguir defendiendo bien después y marcharse de nueve goles, dosificando después esfuerzos para la final y sin peligrar la victoria.