Los visones ponen también en peligro la fauna piscícola del río Pontiñas

Rocío Perez Ramos
Rocío Ramos LALÍN / LA VOZ

LALÍN

rober amado

El Concello valora contratar a una empresa especializada en colocar trampas

28 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Los visones americanos que habitan en el río Pontiñas no solo están acabando con los patos y ocas. La concejala de Medio Ambiente de Lalín, Celia Alonso, apuntaba ayer su preocupación por la presencia de estas especies invasoras, voraces por naturaleza, que allá donde van «acaban también coas troitas e os peixes». Una presencia que pone en peligro también la fauna piscícola del cauce. Señala que la Xunta no se hace cargo dejando en manos del Concello las actuaciones.

Estudia la posibilidad de poder afrontar las actuaciones necesarias para sacar del río a los invasores, pero dependerá de si hay presupuesto para ello. Explica que sería necesario contar con una empresa especializada que sería la encargada de colocar trampas especiales con unas jaulas para poder atrapar a los visones americanos.

Las actuaciones tienen que seguir una serie de pautas y al parecer solo puede ser llevada a cabo con empresas que cuenten con los permisos necesarios. De momento, indica Alonso, contactó ya con una empresa que quedó en ponerse en contacto la semana que viene con la concejalía para estudiar el problema y darles un presupuesto.

Alonso señala que están mirando la posibilidad de que la empresa coloque las trampas y luego puedan ser retiradas ya por operarios municipales, pero su pregunta es «¿si atrapamos aos visóns e acaban nunha xaula, despois de iso, que facemos con eles?».

En el caso de los patos del Pontiñas, la edila señala que los del paseo son animales domesticados que fueron criados en casa hace tiempo y llevados hasta allí y que «non ven o perigo». Un comportamiento doméstico al que se suma el trato diario con los vecinos y con niños en la zona del parque del lago.

Señala que son esa variedad de patos la que está siendo diezmada por los visones, indicando que hay algunos patos salvajes en el canal que se defienden mucho mejor y que tienen también una capacidad de vuelo mucho mayor. Alonso cree que el problema no son solo los patos sino que es peor el peligro de la fauna.

Alonso señala que la Xunta dice que no tienen ningún programa para extinguir invasores

La concejala de Medio Ambiente señala que se puso en contacto con la Xunta y con Protección da Natureza y que le dijeron que «non tiñan nestes momentos ningún programa para extinguir especies invasoras». Una categoría en la que entra el visión americano. Entiende que la competencia para luchar con esta plaga de los ríos es autonómica, aunque en este caso se trate de un tramo urbano.

La sugerencia de la Xunta fue, indica, que contrataran a una empresa especializada para actuar. A la espera de la reunión con la firma para valorar la posibilidad de poder actuar en el caso de contar con disponibilidad económica, Celia Alonso se queja de que en su concejalía «non teño cartos porque non tiña previsto cazar visóns». Se queja de que «sempre vai a parar todo á Administración máis pequena».

Señala que expresó su preocupación a la Xunta por la presencia de los visiones en el Pontiñas entendiendo que desde allí podrían seguir colonizando zonas de río y llegar a invadir otros más importantes como el Asneiro, pero que en la Xunta le dijeron que los visones ya llegaran a todos los ríos.

De hecho con el inicio de la temporada de pesca, los representantes de las sociedades de pesca destacaban el aumento de los depredadores en los ríos, a los que achacaban la desaparición de gran parte de la riqueza piscícola. Alonso recuerda que los visones ya llegaron a las islas Cíes donde sí se actuó con este método de las trampas.

Sin vigilante nocturno, después de un cambio de puesto

El Paseo Pontiñas contaba antes con un vigilante nocturno. Una persona encargada también de cuidar a los patos y las ocas. De vigilar a los animales y también de alimentarlos. Ahora ese puesto ya no está cubierto y la persona que se ocupaba de esas tareas fue trasladada al pabellón.

Alonso explica que el vigilante echaba maíz a los patos y se encargaba de ellos. Al no estar, reconoce que también es más difícil hacer un seguimiento de estas aves que habitan en el Pontiñas porque se desplazan por el río y la población crece con nuevos nacimiento, algunos mueren y el censo es difícil de llevar.

Lo mismo ocurre para calcular cuántos visones americanos pueden vivir en el río Pontiñas. En este caso, los usuarios habituales del paseo sí que llevan un poco más de cerca la cuenta y coinciden en que la merma de patos y ocas es cada vez mayor en los últimos meses.

La concejala lamenta que los niños se puedan encontrar de vez en cuando con algún cadáver de un pato muerto y señala que algunos aparecieron comidos por estos visones, que supone acabaron colonizando los ríos después de alguna suelta de estos animales criados en granjas y que fueron liberados en su día.