Uno a uno, las ocas y los patos desaparecen del lago del Pontiñas

Rocío Perez Ramos
Rocío Ramos LALÍN / LA VOZ

LALÍN

rober amado

Los vecinos achacan el exterminio a ataques de visones y aseguran que a menudo aparecen cadáveres

27 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La población de los patos y ocas del Paseo do Pontiñas de Lalín. Si hace tiempo hubo quien llegó a contar cerca de una treintena de patos y, al menos, unas cinco ocas, en los últimos meses la presencia de estas aves presencia escasea cada vez más.

Como en el famoso caso de Agatha Christie de Diez negritos, a estas aves les pasa lo mismo y poco a poco, día a día van desapareciendo uno a uno. Más de un vecino se encontró por sorpresa paseando los cadáveres de algunos de estos animales comidos presuntamente por visones que cada vez proliferan más en el río.

Hay quien ya ve con frecuencia a una familia de tres miembros. Los vecinos se quejan y expresan su preocupación por la población de patos y ocas que se ha visto diezmada notablemente y en los últimos días apenas se ven unos pocos ejemplares.

Las quejas se dirigen al Concello quien los vecinos consideran que debería articular medidas para proteger a las aves de estos posibles ataques, o al menos realizar un estudio para esclarecer qué acaba exactamente con los patos.

Algunos piensan en la posible invasión de visones americanos. No sería tan raro. Sin ir más lejos, el año pasado en Chantada se achacaba a esos animales un ataque que acabó con todas las gallinas de un corral que contaba con diecisiete de estas aves. Una especie invasora cuya presencia no es nueva en Galicia.

Son famosos por su capacidad letal. Por matar, muchas veces sin control, y comerse solo una pequeña parte. Algunos de los patos del Pontiñas aparecieron comidos en parte. La tranquilidad de los patos y de las ocas se acabó. Y hay quien se queja de que las aves están cambiando sus hábitos e incluso hay quien afirma que los ve atemorizados.

De una forma u otra, el caso es que los patos van a menos y también las ocas, que pese a su mayor tamaño no se libran de los depredadores. Los vecinos consideran que el Concello tiene obligaciones al respecto para cuidar estos animales que habitan en un espacio público como es, en este caso, el Paseo do Pontiñas, donde los usuarios piden tranquilidad para estas aves que nos alegran la vista.

El calor trae serpientes, la mayoría de ellas, inofensivas

En el mundo animal siempre hay animales que despiertan en nosotros, los humanos, más cariño que otros. Si unos nos parecen muy monos, a otros no los queremos ver ni en pintura. Y las serpientes no son de las especies que despiertan más cariño, precisamente. En muchos, lo que si generan es temor o incluso miedo.

Con la subida de temperaturas y la primavera, en el Paseo do Pontiñas se pueden ver también estos días con cierta frecuencia serpientes.

Ante esta visión más de uno huye espantado. Su presencia causa preocupación entre los vecinos que tienen miedo que puedan morder a algún niño o que se quejan de su presencia.

Pero pese a los pocos afectos que despiertan los ofidios, las mayoría son inofensivas. Eso no quita que estos días más de uno se lleve un susto al encontrar a algún ejemplar por el sendero al pasear o correr por la zona.

Muchos se harán la pregunta si lo que ven es una serpiente o una víbora y fijarse en la forma de la pupila, vertical en las víboras y redonda en la serpiente, no siempre es fácil.

La inmensa mayoría, a simple vista, no somos capaces de distinguir si la serpiente que vemos puede o suponer algún peligro. Pese a todo, a veces, basta con recordar que, en general, las serpientes no atacan si no se ven amenazados o si no les atacan primero.

El Concello tenía previsto la realización de un estudio de las especies del pulmón verde lalinense. Quizás esta sea una buena época para hacerlo y dar a conocer la riqueza de su flora, pero también su fauna, desconocida para muchos.