«Cada vez dáme máis rabia que se acorden dunha só para sacar a foto»

Rocío García Martínez
rocío garcía LALÍN / LA VOZ

LALÍN

miguel souto

Con tres mundiales a sus espaldas y un nuevo paréntesis por embarazo reclama la igualdad efectiva en el deporte

07 mar 2018 . Actualizado a las 16:34 h.

La deportista lalinense Rocío García es una heroína del día a día. Una mujer todoterreno que se las apaña para compaginar el deporte de élite, la maternidad, el trabajo y el estudio estirando al máximo cada día. «Mellor que o día non teña máis horas, senón algo máis se me ocorrería», confiesa. Una mujer que, como tantas, pelea duro en el campo y en la vida para conseguir sus objetivos.

En el deporte, la desigualdad entre hombres y mujeres es palpable y evidente. Ella que tiene a sus espaldas tres mundiales de rugbi sabe que no es igual estar en la selección masculina que en la femenina. Ellos cobran un sueldo. Ellas, salvo en casos concretos, solo dietas. «Sempre temos os peores campos, os peores hoteis, as peores residencias... É certo que nós aceptamos, pero o equipo masculino de rugbi de Lalín entrena no Manuel Anxo Cortizo e o feminino en Barcia», ejemplifica.

«Cóntoche unha anécdota: no Mundial de Irlanda pedímoslle á Federación un mínimo de dous fisioterapeutas, porque somos 28 xogadoras e é necesario. Contestáronnos que o corpo das mulleres non é igual ca o dos homes e que nos chegaba ben con un», cuenta Rocío. «Queren que fagamos un bo papel, pero as diferencias coas seleccións femininas doutros países son abismais», explica.

Del Mundial al INEM

La ausencia de un contrato laboral como deportistas obliga a muchas mujeres a frenar su carrera o a hipotecar su vida. Compatibilizar los entrenamientos con la vida laboral y familiar como ha hecho Rocío es un milagro que pocas veces se repite. Por eso la lalinense reclama a la administración apoyo efectivo al deporte de élite. «Teño moitas compañeiras de mundial que teñen 35 anos e nada cotizado á Seguridade Social. Isto non sei que ten que te engancha e sempre segues tirando e tirando... Algunhas fixeron a foto do recibimento oficial como campeonas e ó día seguinte tiveron que ir ao INEM apuntarse na lista do paro», cuenta. «Tampouco pode ser que a miña participación no mundial dependa de se me dan unha excedencia no traballo», comenta. «Hai moito que cambiar, pero nos 15 anos que levo na selección española as melloras foron moi poucas», asegura. «Desde a administración teñen que apoiar máis o deporte de elite. Cada vez dáme máis rabia que se acorden dunha só para sacar a foto e, á hora da verdade, teñas que ir ti falar coa túa empresa para poder xogar. Despois din que están moi orgullosos dos deportistas, pero as que pasamos para chegar aí.... Acórdanse de ti solo cando chegas aí», lamenta.

Y eso que Rocío García, en realidad, es una afortunada. Ha podido compaginar el rugbi con el trabajo y la maternidad. Tiene una niña de dos años llamada Áurea y otro bebé en camino. Pero no se lo debe más que a su familia. Cuando habla de ello, la emoción le empaña los ojos.

Recuerda los miles de kilómetros que hicieron sus padres para acompañarla partido a partido. «Unha vez tiña un partido da Selección Galega en Murcia, pero xusto antes tiña un viaxe a Andorra. Os meus pais leváronme de Andorra a Murcia. Despois eu volvín no bus co equipo e eles volveron solos no coche», recuerda. Ahora que ha formado su propia familia, su marido Jose es su principal apoyo. «El xa coñecía o meu defecto (ríe). Acéptao, respétao e apóiame. Quere que estea ben e eu estou ben así», cuenta la deportista. «O apoio da familia é esencial. Coa túa xente na grada comes o campo», dice.

En su casa sí hay la igualdad que falta en el deporte. «O traballo doméstico ímolo repartindo. El é bombero forestal e, agora que eu paso as mañás preparando oposicións, ocúpase máis da comida. Xa lle fixen unha entrevista antes de casar», bromea.

Representación de «A Lola» y acto a medianoche de Azos en Lalín

En Lalín, la compañía de teatro aficionado de Pontevedra, Avelaíña Teatro, pone hoy, a las 20.30 horas en el Museo municipal la obra A Lola, escrita por el profesor Manel Ayán. Quiere simbolizar en el personaje de A Lola, a todas las mujeres que «sobreviviron aos seus sus seres queridos , arrebatados polo terror franquista». A las 20.30 horas se entregan en el mismo escenario los premios Maruja Gutiérrez. A medianoche Azos Feministas se presenta en la Praza das Pipas. Escogió esta hora para imitar la pegada de una campaña electoral pero reivindicando igualdad.

Jornadas itinerantes de igualdad y género en Vila de Cruces

La concejalía de Presidencia e Benestar Social de Vila de Cruces y la asociación de Mulleres Rurais organizan unas jornadas itinerantes de igualdad y de género que recorrerán las parroquias. Los días 9 y 16, a las 10.30 horas, tendrán lugar en la biblioteca de Vila de Cruces. El día 12, alas 16.00 horas serán en el local social de Toiriz y alas 18.00 horas en el de Oirós. El día 13, a las 17.30 horas será en el local social de Cumeiro, el día 14, a las 16.00 horas en el de Carbia y a las 19.30 horas en el de Loño. El día 15, alas 16.00 horas será en el local social de Camanzo y a las 17.45 horas en el local social de la parroquia de Merza.

La CIG anima en A Estrada a secundar los paros y la concentración

La CIG pidió ayer en A Estrada apoyo masivo a la huelga de mujeres de mañana, contra la precariedad laboral y vital y los ataques a la dignidad y a la integridad de la mujer. La CIG defiende la realización de paros de dos horas en cada turno de trabajo y pide la participación en las concentraciones que se celebrarán a las 12.30 horas ante el Concello de A Estrada y en la Praza da Igrexa de Lalín. Según explica la delegada sindical del 112, Susana Camba, es necesario recuperar el espíritu del 8-M como día de la lucha de la mujer de clase y abandonar el aire festivo que «dun xeito insultantemente paternalista» se ha dado a la fecha en los últimos años, banalizándose la reclamación de derechos.

«Fun a única nai da selección»

Cuando Rocío era niña vivía con su familia en Cercio (Lalín). Era la única niña de la aldea. «Saín dura a narices. Era a lei do máis forte», recuerda. Cuando estudiaba EGB hubo unas olimpiadas interescolares en Lalín. Participó en salto de longitud. No tenía ni idea, pero el entrenador del equipo de voleibol de Lalín le vio madera y la fichó. En el instituto se enganchó al balonmano, pero el equipo local se deshizo. Su aterrizaje en el rugbi fue culpa de su primo Javier Eiras. «Cando empecei a saír polas noites saía con el e a súa pandilla. El xogaba ó rugbi e a pandilla era o equipo», recuerda. Un día las chicas de la pandilla se decidieron a montar un equipo femenino, As Abellonas. Aquel fue el primer paso de la carrera deportiva de Rocío, que además terminó Empresariales y logró trabajo en una entidad financiera en la que ahora está en excedencia.

No dejó el rugbi hasta que se decidió a ser madre en 2014. Creyó que sería definitivo, pero tras once meses dando el pecho a su niña el cuerpo le pedía volver a entrenar. Volvió en noviembre del 2016 y en el Mundial del 2017 fue la única madre de toda la selección española. Ahora ha tenido que parar de nuevo. Espera otro bebé para septiembre. ¿Volverá al campo? «Eu teño sempre mono de rugbi. Gustaríame xogar ata que o corpo aguante, pero non sei. Como di meu pai, unha retirada a tempo é unha vitoria», reflexiona.