El IES Laxeiro llevó un pedazo de Lalín a tierras de Turquía

Rocío Perez Ramos
Rocío Ramos LALÍN

LALÍN

miguel souto

En mayo será anfitrión de las delegaciones francesa, turca y finlandesa del «Tunnel of Time»

31 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace unos días, aún cansados y algunos recuperados de alguna inoportuna gripe, la delegación del instituto Laxeiro que viajó a Turquía dentro del programa de Erasmus Tunnel of Time desgranaba sus vivencias. Profesores y alumnos destacaron lo enriquecedor de la experiencia. Fueron jornadas de inmersión en otra cultura, en otras costumbres, de forjar nuevas amistades y vivir una experiencia de esas que no se olvidan y que ya acabaron en una relación de amistad.

A los profesores Mar García y José Manuel García les acompañaron cinco alumnos de tercero de la ESO: Andrea Díaz, Paula Vázquez, Ian Tejo, Lois Carral y Lucas Senande. Los profesores destacaron el excelente comportamiento de los estudiantes y Mar García señalaba que «lle poríamos un dez, ou un once». Su destino fue Tekirdag, una ciudad costera a 120 kilómetros de Estambul. Durante su estancia con familias, los estudiantes descubrieron que se desenvolvían sin problemas en inglés y se encontraron con unos compañeros muy sociables y que, apuntaban los profesores «incluso os sacaron a bailar». Los profesores bromeaban apuntando que tanto los chicos como las chicas de Lalín tuvieron mucho éxito entre sus compañeros y compañeras turcos, pero también lo tienen cada vez que van a otros países. A los lalinenses les sorprendió que entre los estudiantes turcos triunfara el pop coreano. No vieron ninguna discoteca, salieron de marcha a la bolera de un centro comercial y les chocó que ninguno fuese a clases al Conservatorio y sus amplios conocimientos de los equipos de fútbol.

Las familias con las que se alojaron, explicaron, tenían un nivel medio-alto y el instituto se encontraba en una urbanización nueva. En el centro no había laboratorios, quizás porque los estudiantes eran uno o dos años menores que los lalinenses al no coincidir los ciclos con los de España, pero sí pantallas digitales y guardia de seguridad. Los profesores se fijaron en otro detalle: un mayor número de horas de clase y una plantilla de 40 profesores para 900 alumnos con unas ratios por clase de algo más de 40 alumnos.

La comida fue para todos un descubrimiento que alguno no esperaba. No pudieron escaparse de los tés a todas horas, los dulces, y, como apuntaba una estudiante, de los ofrecimientos continuos de comida y los cuidados de las familias que estaban pendientes de ellos descubriendo que el kebab no sabe igual allí que aquí. En el centro, la delegación gallega llevó un trocito de Lalín, les mostraron nuestras costumbres, cómo es la vida de un alumno un día cualquiera y los trabajos en colaboración con el Manuel Rivero y la residencia de As Dores. Tuvieron que romper estereotipos explicando que Galicia nada tiene que ver con los toros, la paella y no sabían bailar flamenco. Eso sí, de arrancarse con La Macarena no se libraron

Durante su estancia visitaron un colegio de Infantil, una residencia de mayores y fueron recibidos por los responsables de Educación de la región. Mientras los profesores tenían reuniones con el resto de las delegaciones, que incluía la francesa que no pudo llevar alumnos, los estudiantes fueron a clase y participaron en talleres. En mayo, los del Laxeiro serán los anfitriones de las delegaciones de Turquía, Francia y Finlandia en un proyecto de lo más enriquecedor y que ya está dejando huella.