Destaca su uso por personas mayores que nunca habían hecho deporte, en un complejo que «es un lujo para un pueblo»
18 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Jesús Rodríguez Domínguez es desde hace dos semanas exgerente del Lalín Arena, una instalación a la que se había incorporado el 2 de enero del 2014.
-¿Cuántos socios tenía el complejo a su llegada y actualmente?
-Cuando llegué yo coincidía el momento en que se acaba de fusionar la piscina con el Lalín Arena. No había un número muy claro de abonados, pero estaba en torno a los 700 socios. Hace un mes la instalación llegó a su momento de mayor esplendor, en torno a los 2.200: es la suma de abonados con cuota mensual y con bono de consumo. Es el mejor momento y entiendo que hemos exprimido al máximo la instalación, pocos más socios puede albergar. Es casi un 20 % de población de Lalín, cuando suelen llegar a un 7 %. Lo difícil y el reto ahora será mantener esas cantidades, porque además en Lalín hay una buena oferta privada.
-Sector privado desde el que se llegó a hablar de competencia desleal del Arena.
-Yo entiendo que el multiusos en su inicio para el sector privado era el demonio, pero yo no diría que es competencia desleal, aunque entiendo que sintiesen temor a que afectase a sus negocios. Sin embargo creo que ha sido todo lo contrario, que hemos conseguido entre todos ?porque ellos también han sobrevivido y se han especializado en actividades más concretas? aumentar la población que hace actividad física y deporte. Todo el mundo ha mantenido su nivel de usuarios, pese al incremento del Arena. Y ha venido bien la instalación pública a la ciudadanía para regular las tarifas, para que se asentasen e incluso bajasen.
-¿Cuál fue la clave para el bum de abonados del Arena?
-Hemos conseguido confeccionar un equipo de muy buenos profesionales con mucha implicación, porque además son pocos para los horarios y oferta del Arena. Y tener un servicio variado y de calidad, a un precio muy accesible a todo el mundo. Son cuotas populares, quien no va al Arena es porque no quiere ir: hay bonos de parado, juvenil, puedes pagar mensual, anual, por consumo. Se ha adaptado a todas las exigencias de la ciudadanía, como instalación pública que es.
-La instalación tuvo críticas por sus problemas estructurales, ¿cómo está ahora?
-Es una instalación muy grande, y su finalización era mejorable. Hay algún problema de filtraciones ?sobre todo en la zona de la sala roja y el spa? y demás, tampoco nada del otro mundo. Son problemas que hay que intentar afrontar, no queda otra, porque la obra está fuera de garantía. Son problemas que si la instalación se hubiese construido con un poco más de delicadeza no tenían que haber existido, pero están ahí y ahora no ganamos nada sacándolos a la luz todos los días. Hay que convivir con ellos e intentar solucionarlos en la medida de lo posible.
-Sin pasión de exgerente, fuera de esas cuestiones, ¿es tan bueno el multiusos como usted suele comentar?
-Por lo demás, es una instalación magnífica, es un lujo para un pueblo. Hay ciudades que no tienen una instalación como esta: Ourense, Pontevedra y Santiago tampoco porque no tiene agua ?zona de relax y spa? y seco. El Arena es una instalación propia de una gran ciudad. ¿Era necesario hacerlo? Una vez hecho hay que intentar sacarle el máximo rendimiento y ponerlo al servicio de la ciudadanía, para que lo disfrute: hay muchas personas de la tercera edad que en la vida habían hecho actividad física, y en las clases de aquagym y cursos de actividad física para mayores están allí. Y eso es calidad de vida, es salud. Difícilmente se podría entender hoy la oferta en actividad física de Lalín sin el Arena. Hemos conseguido eso, y de eso se trataba: hacerlo extensible al mayor número de gente posible y con actividades adaptadas para todos.
-¿Qué destaca en su gestión?
-Poder hacer todo lo que hemos conseguido con las trabas que tiene el hacerlo dependiendo directamente de una administración, porque te ata, no te deja autonomía para poder gestionar, porque todos los procesos tienen que seguir unos protocolos por ley. Y no fue mérito mío, sino de los 14 que están allí, y otros que estuvieron y ya no están. Yo he intentado aplicar sentido común.
-¿Y qué le faltó por hacer?
-Quizás acabar de implantar un plan para fidelizar más al usuario de esta instalación. Tendrá que hacerlo el que venga.