Los comerciantes consideran que las compras festivas salvaron una mala temporada
09 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Aunque en estas cuestiones la unanimidad no existe y se cumple ese refrán que dice que «cada un ve a feira según lle vaia nela», la mayoría de los comerciantes de Lalín se mostraban ayer satisfechos de la campaña de navidad, que a la mayoría le dejó unas ventas superiores a las del año anterior, apuntan.
Las rebajas arrancaron con timidez pero con actividad en las tiendas. El domingo abrían algunos establecimientos y aunque no fueron muchos, un paseo por las calles durante la mañana evidenciaba la presencia de alguna clientela. Lo mismo pasó ayer, aunque como suele, ocurrir otros años fue un día, sobre todo de cambios. Y es que ya se sabe que los Reyes Magos no siempre aciertan con las tallas, y a veces tampoco con el gusto de los destinatarios de los regalos.
El comercio confía en que la temporada de rebajas sea buena y sirva para deshacerse de la mercancía que aún aguarda en los percheros. Los descuentos iban, en general, desde un 20 % hasta un 50 %. La mayoría cumplían la costumbre de arrancar poco a poco para ir aumentando los descuentos a medida que avance el período de rebajas.
No obstante en los últimos años, algo está cambiando, y es que cada vez se adelantan más los descuentos que empiezan ya con el Black Friday que cada año cuenta más adeptos y en los días previos a la llegada de Papá Nöel cada vez quedan menos comercios que no ofrezcan alguna rebaja a sus clientes. Eso hace que muchos no esperen a los primeros días de rebajas, pero sí acudan un poco más adelante, cuando la reducción del precio es mucho mayor y que se aprovecha, dicen en las tiendas, para comprar sobre todo las prendas más caras como es el caso de abrigos, cazadoras y todo tipo de ropa de abrigo.
Tanto los Magos como Papá Noel compraron un poco de todo y, sobre todo, llegaron cargados de juguetes. Pero en las cestas no faltaron todo tipo de prendas prácticas, accesorios y caprichos varios para toda la familia.
Hay quien ayer destacaba que al menos las ventas navideñas salvaron una temporada de otoño-invierno que fue mala. Ayer alguno comentaba que «menos mal que as navidades foron bóas, porque ya nos víamos con toda a roupa na tenda».
En los comercios queda mercancía, pero el volumen se redujo bastante, con sus más y sus menos, en la mayoría de los establecimientos. El tiempo veraniego con el que nos deleitó gran parte del otoño hizo que las ventas se resistieran hasta la llegada del frío que casi no se dejó sentir hasta el inicio del mes de diciembre animando ya al cierre de la campaña un poco más las ventas.
Un empuje al que se sumó el del Black Friday, que cada vez son más los que aprovechan para comprar ya los regalos de Navidad, y la campaña navideña propiamente dicha.
Los sorteos presenciales del Centro Comercial Aberto para premiar a sus clientes tuvo un lleno total. El último, tras la Cabalgata de Reyes, llenó la Praza da Igrexa pese al mal tiempo y al intenso frío de la noche que no desanimó a los que esperaban que les tocase el sueldazo de 600 euros durante un año que estaba en juego.
El año se inició también con la apertura de algún nuevo establecimiento, que se sumó a algunas otras de los últimos meses, aunque en la otra cara está también algún que otro cierre. De momento, habrá que esperar a las próximas semanas a ver como avanzan las rebajas. Estos días están también ya empezando las ventas de los trajes de ceremonia y Primera Comunión.