Vilariño valora que transformó Obras en una concejalía «máis humana»

Olimpio Pelayo Arca Camba
o. p. arca LALÍN / LA VOZ

LALÍN

miguel souto

En el balance de los dos años del BNG en el gobierno incide en la rebaja impositiva, la participación y la transparencia, y por hacer de turismo un área transversal

31 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El concejal del BNG en el gobierno de Lalín, Francisco Vilariño, hizo balance de los dos años de la entrada de la formación en el gobierno cuatripartito municipal, que se produjo «para ter a posibilidade de facer políticas transformadoras en beneficio da maioría social dos veciños. Somos catro forzas distintas, con programas e ideoloxías distintas, pero capaces de sentarnos e acordar un programa de mínimos». Dijo que no fue «sácate ti que me poño eu», por desalojar al PP de la alcaldía, sino formar un nuevo gobierno para un cambio de políticas.

Destacó que en aquella negociación para sumarse al ejecutivo, el BNG demandó transparencia y participación. Aunque apuntó que siempre se puede hacer más, subrayó acciones como elección de alcaldes de aldea, posibilidad de los vecinos de llevar a pleno iniciativas y el carácter dialogante del gobierno «coas outras forzas da corporación e a cidadanía» no solo por estar en minoría, apostilló.

En el ámbito económico, destacó la reducción de deuda al inicio de mandato de 5,4 millones a 1,2 millones ahora, y no descarta el déficit cero a final de mandato, por los corsés de las normas de Montoro. Admitió que no le obsesiona, porque el dinero público está para hacer políticas que beneficien a la ciudadanía «pero é importante ter un concello máis que saneado». Con responsabilidades en el área de Hacienda, junto a Teresa Varela (CxL), subrayó la bajada del IBI al mínimo legal del 0,4 %, y la congelación de los demás tributos, compensando la merma de esos ingresos con la persecución del fraude fiscal para lograr nuevas altas.

En el ámbito del turismo, considera incuestionable la revolución que ha supuesto su enfoque como materia transversal «e pata fundamental da economía do noso concello, unha ferramenta ao servizo de economía, non para viaxar ou lucirse». Indicó que se mantiene la apuesta por la Feira do Cocido, pero se buscar incidir en patrimonio, naturaleza o Camiño de Inverno para sumar atractivos que hagan de Lalín un objetivo turístico todo el año. Se va en la línea, y lo demuestran las cifras de peregrinos, hostelería o visitas a Liñares.

En el apartado de Obras, «non é un goberno de opulencia ou obras grandes, cambiamos para facer unha concellería máis humana». Recordó los trabajos en accesibilidad, y en el modelo de municipio con el ciudadano como protagonista, más accesible, seguro y humano. Cifró en 800.000 euros las inversiones este ejercicio en pistas y alcantarillados, y avanzó trabajos próximos en las calles Xesteira, F, Alcalde Ferreiro, Principal y un tramo de González Taboada, en un 2018 con transformación importantísima del casco urbano.

Dijo que no es un municipio idílico, «moita xente o pasa mal e iso fai que redoblemos esforzos enfocados á xente con menos capacidade», y apuntó algún dato esperanzador como los 20.075 vecinos (+31) del padrón, sin polemizar con el dato «máis que sorprendente» de Dozón (+72).

«Somos catro forzas políticas, cada unha con dereito a rentabilizar o seu traballo, e que a xente o valore, antepoñendo os intereses xerais da cidadanía aos das forzas políticas», concluyó.

Aumento de militancia

El responsable del Consello Local del BNG, Manuel Carbón, se mostró satisfecho del peso del Bloque en el ejecutivo, destacando que los lalinenses pueden ver la capacidad de trabajo de Vilariño. Destacó el trabajo hecho fuera del institucional, con campañas como por la rebaja de la AP-53, CAR y dinamización del comercio. Dijo que se triplicó la incorporación de afiliados, comprometidos y en muchos casos menores de 30 años.