Portadeza cuenta cerrar el 2017 con una facturación cercana a 7 millones

Rocío Perez Ramos
Rocío Ramos LALÍN / LA VOZ

LALÍN

MIGUEL SOUTO

Estos días se cumplieron dos años de actividad tras la compra de Aliusporta

19 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El 2 de noviembre de 2015, hace ahora poco más de dos años, Portadeza iniciaba una nueva andadura tras una larga travesía del desierto motivada por la crisis. El 30 de octubre se formalizaba en la notaría pontevedresa de Francisco León la escritura de compra de la empresa lalinense Pumade, que mantiene el nombre comercial de Portadeza, por parte de Aliusporta. Con este trámite la firma dezana iniciaba una nueva etapa, y hoy, dos años después, desde la empresa realizan un balance positivo y destacan el crecimiento producido en este tiempo y las expectativas de seguir haciéndolo.

Desde la empresa cifran en 44 los trabajadores que integran la plantilla. La fábrica trabaja en dos turnos y realizan, apuntan, 600 puertas al día. Integrada en el grupo Dimoldura, la factoría lalinense ubicada en el polígono de Botos surte a los almacenes de todo el grupo distribuidos por el territorio español, pero también, en algunos casos, en el exterior.

La firma espera cerrar el año con una facturación próxima a los siete millones de euros y la fabricación de entre 110.000 a 115.000 puertas.

Buenas expectativas para 2018

Las expectativas para el año que viene son buenas y Aliusporta, que mantiene el nombre comercial de Portadeza, espera incrementar la fabricación con unas 30.000 puertas más que este año. Desde la empresa lalinense destacan que el mercado mantiene los precios muy ajustados. Explican que en estos dos años los esfuerzos se centraron en la mejora de los costes y de los procesos de fabricación junto con el producto. Destacan la implicación de la plantilla apuntando que «procuramos corresponder» y explicando que «os soldos non se tocaron á baixa».

La mayor parte de las puertas que se fabrican en la factoría de Botos se destinan a rehabilitaciones, un tipo de obras que prima sobre las construcciones nuevas. Apuntan que «pese a todo estase vendo certo despegue en vivienda nova» señalando que los bancos están acabando algunos de los edificios con los que se quedaron en estos años de la crisis . Portadeza apoya a otras fábricas del grupo con su producción, algunas de ellas con proyectos internacionales. En la plantilla hay quince personas que vienen de la antigua Portadeza, aunque la mayoría de ella son trabajadores que pasaron por Portadeza,

A la producción destinada a España, Portadeza suma algún encargo para el Caribe y esperan incrementar el año próximo la producción destinada a esta parte del mundo. Son puertas que llevan un tratamiento especial para la humedad, a fin de adaptarse al clima.

El 77 % de la producción es, en la actualidad, la de puerta lacada, mayoritariamente en blanco. La demanda es de puertas de gama media. Se pide calidad a buen precio. A las lacadas se suman las puertas de chapa de madera y los laminados. Explican que la chapa de madera pierde cada vez más mercado y ahora mismo solo supone alrededor de un 23 %, frente a la demanda de hace unos años, que invertía estas cifras. El blanco triunfaba en lacados en países como Bélgica o Holanda y en España, son habituales en Madrid y Barcelona. Le siguen grises y cremas, pero las posibilidades no acaban ahí.

Inversión en maquinaria y especialización en puerta lacada

Los planes de Portadeza para el próximo año pasan por una mayor especialización en puerta lacada atendiendo a la decisión del grupo Dimoldura, que dicta las pautas. Dentro de esas previsiones se encuentra también una ampliación de los colores estándares que ahora mismo ofrece la fábrica lalinense ampliando también la gama y los productos que se ofrecen. Aunque el blanco es el color con más demanda, no es el único. De Lalín salieron, por ejemplo, puertas verde aceituna para un hotel canario.

Explican que este año ya sacaron muchos nuevos, pero el número seguirá creciendo. Para llevar a cabo esta especialización se prevé la adquisición de alguna nueva maquinaria especializada. Una inversión a la que se sumará la necesaria para renovar alguna de las máquinas con las que cuentan en la actualidad.