Rocío García Eiras: «O deporte me ensinou a soñar»

LALÍN

MIGUEL SOUTO

Lalín tributa un cálido y emotivo homenaje a Rocío García Eiras tras participar en su tercer mundial con España

21 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Con la voz vibrante por momentos, rotas las palabras por la emoción, con los aplausos como respaldo para continuar, Rocío García Eiras recibía ayer un homenaje en Lalín a su trayectoria deportiva tras participar en agosto en su tercer mundial con la selección española de rugbi. La abellona, de 36 años, cautivó en un discurso pleno de pasión por el balón oval y por su tierra natal. «O deporte me ensinou a soñar». Esta frase resume ese sentimiento que afloraba en su discurso en el acto organizado por el Concello en el vestíbulo del consistorio, con presencia de representantes de la corporación, familiares, amigos, directivos y jugadores del club abellón.

El edil de Deportes, Nicolás González, destacó en la presentación que García Eiras demuestra que «mulleres e nais poden vivir unha segunda xuventude deportiva tan brillante como a que acabas de demostrar». Después tomaría la palabra el presidente del Rugbi Lalín, Álex Ferradás, quien ejemplificó la «loita, constancia e tenacidade máxima» en la veterana jugadora, «embaixadora de Lalín e orgullo do rugbi galego e nacional», ensalzando su capacidad de superación. Por su parte, el regidor, Rafael Cuíña, recordó los tres mundiales ya de Rocío García con España, su capacidad para conciliar vida familiar y deporte, con una referencia a su pasado como edila del PP, para trasladar a la política la necesidad de una batalla noble como en las melés de rugbi y un tercer tiempo para aplacar «liortas a veces excesivas». El alcalde entregó una figura de O Naranxo a la jugadora, que al final de su discurso entregó por su parte emocionada a su madre.

Rocío García agradeció el reconocimiento, el primero en quince años desde que acudió con la selección y auguró «milleiros de actos» similares por la pujanza del deporte lalinense. No faltaron las lágrimas al recordar sus carreras por el Pontiñas o As Pedrosas al compararse con «xogadoras espectaculares» que estuvieron en el Mundial de Irlanda. Abundó en los tres años apartada del rugbi para la llegada de su hija Áurea, pero «faltábame preparar a mochila para entrenar».

Narró el regreso a su deporte en una contrarreloj de ocho meses tras la llamada del seleccionador nacional y el apoyo para conseguirlo que recibió de Alberto Mouriño. Un reto conseguido que le lleva ahora a afirmar que «non me poño límites» y, porqué no, un cuarto mundial ya con cuarenta años. García Eiras resaltó el sueño de la liga gallega, la fase de ascenso en Pamplona o el subcampeonato de Copa para mostrar el orgullo de ser abellona y llevar el nombre de Lalín, recalcando que cada euro municipal en deporte tiene un buen fin. Agradeció a sus entrenadores, club y compañeras su apoyo, así como a su familia, ya entre lágrimas. Y también quiso corresponder al Concello con el regalo de una fotografía.