Alertan de fallos en Servizos Sociais de Lalín por un organigrama ineficaz

LALÍN

CIG recoge quejas de trabajadores por trato inapropiado en la concejalía de Casares

16 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

De nuevo un sindicato, y de nuevo con escrito registrado en el ayuntamiento, se recogen quejas laborales en el Concello de Lalín. La CIG planteó en días pasados la existencia de quejas, verbales y por escrito, de varios trabajadores de Servizos Sociais por una «situación de trato inapropiado por esta concellaría» en los casi dos años en que Nicolás González Casares ejerce la responsabilidad sobre el área. El sindicato no personaliza y dice que «este trato recibido vense dando por varias persoas deste gabinete, tanto de palabra como por escrito -vía correo electrónico-. Incluso existen omisións graves como non permitir acceso a formación -administración electrónica- a un grupo de traballadores». El secretario de CIG Deza, Antón Álvarez Merayo, recuerda que la legislación laboral, en su apartado de seguridad del trabajador, «tipifica este comportamento inapropiado como constituinte de infracción, e entendemos que o trato entre empregador e empregado sempre debe ser cordial no posto de traballo, e que as diferenzas que poidan existir entre as persoas son para despois da xornada laboral».

Además, desde el sindicato se considera que «existe un organigrama ineficaz no servizo, e que a cadea de mando non está clara e a información non circula con normalidade, dando paso a equívocos e fallos que repercuten na calidade do servizo».

Discriminación retributiva

Merayo también analiza las retribuciones económicas del servicio, indicando que la utilización de las polémicas productividades se traduce en unas diferencias retributivas destacables de un trabajador o otro, por lo que aún sin poner en duda su percepción, percibe «que a falta destes complementos poden ser constitutivos de infracción por trato discriminatorio para outros traballadores que exercen igual categoría ou superior».

En relación a la organización del trabajo, advierte de que si la concejalía prevé crear una jornada extra que modifique las circunstancias habituales de trabajo, debe recordar que es un asunto para discutir en las mesas de negociación del Concello, ante las organizaciones sindicales.

Con semejante panorama, el representante de CIG solicitó a González Casares la convocatoria de una reunión «para solventar estas deficiencias en aras dun mellor funcionamento do servizo». El escrito se presentó el pasado día 8, y el concejal aseguraba ayer que la reunión se produjo ya al día siguiente.

Casares mediará en los conflictos de personal, pero niega que afecten al trabajo que hacen

Casares calificó de «moi cordial e creo que moi produtiva» su reunión con Merayo, en la que admitió que existen diferencias entre el personal de Servizos Sociais que «xa eran coñecidas hai moito tempo», por lo que anuncia que será muy conciliador y apaciguador entre los trabajadores, «aínda que non estou de acordo en que a situación afecte ao traballo, porque traballan todos eles bastante ben». El concejal, que subrayó que el escrito no dice que sea él quien trate inapropiadamente al personal, negó que exista discriminación en las retribuciones del personal del área: «Ensineille as cifras a Merayo, é absolutamente incerto. As produtividades que concedo son poucas, moi medidas e xustificadas con informes, con criterios obxectivos». En cuanto a que exista un organigrama ineficaz, señala que es el mismo que había en época del PP: desde la jubilación de Carmen Santos «non hai un xefe de servizo e non pode habelo, porque non está creada a praza».