Cruz permitió a gobierno y oposición la aprobación de todas sus mociones

Olimpio Pelayo Arca Camba
o. p. arca LALÍN / LA VOZ

LALÍN

El no adscrito votó a favor de todas las propuestas que se presentaron en el pleno

25 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Si la política se midiese únicamente por el resultado de las votaciones, ayer todos los grupos de la corporación de Lalín ganaron en el pleno. Porque gobierno, oposición y no adscrito concluyeron la sesión con el 100 % de sus propuestas aprobadas. Y eso pese al endurecimiento de la relación de ejecutivo y PP. La clave en ese diez contra diez -que en caso de empate resuelve el voto de calidad del alcalde? pasa por saber qué vota Juan José Cruz. Y ayer apoyó todas las mociones de unos y otros, haciendo inútiles los votos en contra de los escritos contrarios en dos ocasiones por cada bando. No es de extrañar que frente al cansino «que conste en acta» del mes pasado ?al que tampoco pudo resisitirse ayer en algún pasaje?, su frase más frecuente fuese «fago miñas as palabras de», citando luego a los concejales que expusieron las distintas mociones. Tampoco extraña que Crespo preguntase a Cuíña: «Cando Cruz vota connosco dis que é a coalición. ¿E cando vota con vós, que é?». Replicó sin pensárselo el alcalde: «É mala sorte».

El auditorio, 188.900 euros más

Una de las mociones en que Cruz fue decisivo fue la relativa a solicitar a Diputación y Cultura ayudas para reparar el auditorio, que según la memoria presentada ayer costará 188.900 euros más sobre los 54.300 ya contratados. El PP había anticipado su voto en contra, así que Francisco Vilariño buscó en su exposición de baja intensidad la complicidad de Cruz, en una imagen del auditorio como casa de las bandas y los músicos, a quienes que siempre defiende el no adscrito. Cruz dio suspense a la cuestión, sin pronunciarse en su primera intervención. Crespo justificó su negativa a apoyar un asunto en que el gobierno buscó rentabilidad política primero, para intentar negociar luego: «Para o PP primeiro son os veciños, para vostedes o primeiro é a política. Acúsannos a nós do que fan vostedes».

A la vista de que el voto del PP estaba perdido, Vilariño cargó contra el conselleiro Román Rodríguez, a quien acusó de «portazos sistemáticos aos veciños de Lalín», y de haber ejercido en el Concello «responsabilidades que tan caras saíron aos veciños». Le acusó de hacerse el ofendido pese a no aportar nada al municipio: «A súa estratexia é evidente: imos pechar o grifo a Lalín e castigar ao pobo», acusando al PP de buscar excusas para no apoyar la moción, en un ejercicio de irresponsabilidad. Cruz dijo estar bastante de acuerdo con el gobierno, compartiendo que «a xestión de Román Rodríguez ten bastante que rascar en Lalín». Eso sí, puso una condición para apoyar la moción: que González Casares implicase a la FEMP presidida por Caballero en la búsqueda de ayudas para Lalín, junto a Diputación y Xunta. Vilariño preguntó rápido: «¿Con esa engádega apoias a moción?» El sí de Cruz era un alivio para el ejecutivo, que a buen seguro se convirtió en angustia cuando Casares se empeñó en contestar las demandas que le había hecho el no adscrito para saber si había comprobado la posibilidad de pedir ayudas estatales. Cruz habló de su predisposición constructiva y votó con el gobierno, dejando solo al PP en contra: en las preguntas, Crespo forzó a Casares a confesar que vio con Silva el auditorio desde fuera, sin entrar.

El mismo resultado en la votación se produjo en la demanda del gobierno para dotar de más personal a Patrimonio, punto que el PP consideró «tan esperpéntico que non imos falar del». Los apoyos de Cruz al gobierno llegaron antes de que en el tramo final aflorase de nuevo la tensión con el ejecutivo, con Casares tildándolo de tránsfuga reiteradas veces. Por unanimidad salió adelante la propuesta del gobierno para solicitar a la Diputación que incluya la promoción del Camiño de Inverno en su página web.

Luz verde al escrito de Cruz García para solicitar la implantación del registro electrónico

El concejal no adscrito presentó una moción para solicitar implantar en el Concello registro electrónico, consultas electrónicas y habilitación de firma electrónica a trabajadores municipales. Pese a haber repartido apoyos, Cruz solo tuvo al PP, ya que el gobierno votó en contra. El edil Tomás Vilariño expuso los trabajos que se han desarrollado en esta línea: el Concello se adhirió al plan de Diputación para implantar la administración electrónica, para ahorrar costes y disponer de una plataforma segura. Vilariño admitió cierto retraso en los plazos marcados por la ley para esta incorporación, pero expuso la complejidad técnica del cambio al tener que garantizarse la privacidad de datos y manejar programas que solventen la seguridad de los procesos. Cruz reconoció la capacidad de Tomás Vilariño, pero le demandó más rapidez. Sobre todo, porque el no adscrito busca con la moción ?cuyo texto corrigió a instancias del secretario? que se le envíe por correo electrónico documentación que solicita y a cuyo acceso asegura el gobierno pone trabas.

Letras Galegas y Varela Buxán

Completaron las mociones la planteada por el PP para solicitar a la Real Academia Galega dedicar a Varela Buxán el Día das Letras Galegas. Fue aprobada por unanimidad, aunque Lara Rodríguez recordó que en el 2014 se había aprobado por unanimidad solicitarla la jornada para Ramón de Valenzuela. Crespo replicó que para Varela Buxán ya se pidió en 1999. Y ayer, otra vez.

El ejecutivo local votó en contra de la recuperación del aula de la UNED en Lalín

El PP sacó adelante por unanimidad su demanda a la Diputación de Pontevedra para rebajar precios en el vivero de empresas: Crespo solicitó que más allá del voto favorable, el gobierno negocie con la institución provincial para que sea operativo. Katia Procino intervino con solvencia, aportando datos que cuestionaban el proyecto de vivero hecho por el PP: «Non nos faga a nós responsables porque parte das responsabilidades son súas».

Sí precisó el PP el auxilio de Cruz para sacar adelante su propuesta para poner en marcha de nuevo la UNED el próximo curso. Crespo dijo que ya habló con la responsable de Pontevedra para saber si sería posible la reapertura, y está confirmado. Cruz fue mucho más que un apoyo en el punto, aportando datos en una cuestión que trabajó. Frente a los 50.000 euros de gasto anual que argumentó el gobierno para cerrarla en el 2015, dijo que personal de la UNED lo reducía a unos 27.000, porque ?al igual que el PP? recordó que el mantenimiento del edificio no puede imputarse solo a la UNED, al estar GDR o Atención Temperá que allí operan. Un coste que sigue existiendo, aunque no haya UNED. En el último curso dijo que hubo 15 alumnos en acceso a Universidad; 17 en primero de ADE, y 15 en segundo; en distintos cursos de libre configuración otros 103, en algunos uno o dos alumnos, pero en otros 20, 34 y 44.

En la réplica Lara Rodríguez Peña, con una intervención desabrida, acusando al PP de falta de respeto al gobierno por tildarlo de «presuntamente progresista» o de perdedores de las elecciones. Dijo que el gobierno decidió suprimir la UNED no solo por el coste, sino por ser «cachondeo total» y no cumplir su función al tener sus alumnos que ir a examinarse a Pontevedra. Echó en falta que solo se reclamase ayuda a la Diputación, y no a la consellería o incluso a la mancomunidad, cuestionando el papel del coordinador del aula. Cuíña espera que si vuelve a abrir «a xente á súa fronte teña unha altura mínima». Cruz también apoyó al PP para cuestionar la actuación de la Diputación en el temporal, moción que el gobierno rechazó.

Aumento de ayudas al Rali do Cocido, Feira do Cabalo y Aspadeza

Hubo tres modificaciones de crédito, todas ellas aprobadas por unanimidad: 54.300 euros para obras urgentes del auditorio; 4.289 para renovar las marcas LKM0 y Lalín Pork Art; 3.000 euros más para Aspadeza, que pasa a 10.000 euros; 6.000 más para Feira do Cabalo, que llega a 16.000 euros; y 2.000 más al Rali do Cocido, hasta 8.000.

La sesión rebajó la crispación de enero, sobre todo en su primer tramo. A medida que fue avanzando hubo ánimos más caldeados. No faltaron insultos entre Cuíña y Crespo ?de impresentable a maleducado?, y una guerra de egos: el alcalde criticó a Crespo por tener su retrato en el salón de plenos, estando aún en activo. Hubo alusiones al pasado común, como al comentar lo bien que se portó con ellos el exfutbolista Amancio: no explicaron por qué. Más acritud al criticar Cuíña al popular su «obsesión persoal con Carmela Silva, e se vostede non foi presidente da Deputación non foi por culpa dela, senón de Fraga». El regidor le recriminó que nunca le dedicó en el mandato una palabra positiva, y él sí. Crespo negó esos halagos envenenados, «vai de cordero degollado e despois fai as falcatruadas habituais», pidiéndole que nunca más le agradezca nada porque lo hace para humillarlo, cree Crespo. Más positivo, antes de que Cuíña se desesperase por su retahíla eterna de ruegos, estuvo Cruz. El alcalde le dijo que respetó sus turnos, y él lo reconoció: «Si, e márchome moito máis tranquilo para a casa»