El entrenador ourensano deja la disciplina del Lalín tras la derrota ante el Piloño
22 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Alberto Pereira Tamayo concluye etapa como entrenador del CD Lalín. Recaló en diciembre en busca de un revulsivo y salvar la categoría en Regional Preferente. Los resultados mejoraron pero quizás llegó tarde ese cambio de dinámica en el club rojinegro, que cayó al pozo de la Primera Regional. Un «infierno» del que el técnico ourensano no conseguirá sacar a la entidad como pretendía. Tras la derrota del domingo en el Marco do Camballón ante el Piloño acordó con el presidente apartarse a un lado en busca de una reacción.
El entrenador ourensano nunca se caracterizó por contemporizar en sus declaraciones. Siempre fue claro para contar lo que le gustaba y lo que no. Pero en la despedida estuvo más comedido pero no faltaron reflexiones a tener en cuenta: «Alguien más debería hacer autocrítica y apartarse, un par de ellos al menos también». Eso sí, eludió dar nombres. Para Pereira Tamayo en estos momentos la prioridad es revertir la actual situación deportiva del Lalín. El conjunto rojinegro marcha con solo cuatro victorias por ocho derrotas en las doce jornadas disputadas. Doce puntos que le sitúan decimoquinto en la clasificación, en zona casi de descenso.
La salida de la entidad se produce, insistía ayer Alberto Pereira, de mutuo acuerdo con el presidente. «Ni yo dimití ni el club me echo; tras el partido hablamos el presidente y yo para hacer una valoración objetiva de lo que estaba sucediendo y de mutuo consenso pensamos que por encima de las personas están las entidades», explicó. Al no darse las circunstancias idóneas en lo deportivo se consideró un cambio y un nuevo perfil de entrenador que «aporte un aire distinto para reconducir la situación, como ocurrió conmigo el año pasado; se trata de cambiar las dinámicas».
Pereira Tamayo tildó su etapa en el Lalín como «una de las más bonitas como entrenador aunque uno siempre quiere que concluyan de otra manera». «Puede decir con orgullo que he entrenado al Lalín, todo un placer, y a nivel personal he conocido a gente muy interesante aunque también a otra vamos a decirlo distinta», resaltó, añadiendo que «estoy feliz de que me brindasen la oportunidad de estar ahí para pelear».
«En los momentos malos para el CD Lalín hice todo lo posible y que más que otros, no miento, estoy tranquilo», aseveró para asegurar que el club cuenta con una base de equipo «muy buena, con buenos mimbres pero jóvenes; necesita reforzarse con dos, tres o cuatro jugadores que aporten veteranía y peso específico». Además, se mostró agradecido «a la gente que confió en mí, como la anterior junta directiva, y a la actual». Y fue contundente: «Tamayo no se va del Lalín, se echa a un lado y siempre podrán contar conmigo; el presidente y Jesús pueden llamarme para lo que haga falta y solo queda desear suerte a mi sustituto». «Que se recuerde que en los peores momentos del CD Lalín un entrenador de Ourense intentó con todas sus fuerzas sacarlo adelante». Hoy podría ser su despedida de la plantilla, si ya hay sustituto.
Escueta nota oficial
El club, por su parte, fue menos conciliador que Tamayo. No habló ayer en una escueta nota oficial de decisión consensuada: «O CD Lalín comunicou a Alberto Tamayo a súa decisión de prescindir dos seus servizos como técnico. Logo de analizar a situación deportiva, o club tomou esta resolución buscando sempre o mellor para o CD Lalín». Eso sí, agradecen su trabajo este tiempo y «lle desexa tódolos éxitos na súa carreira deportiva». Ahora busca nuevo técnico en la propia comarca dezana, incluso con nombres vinculados en su día a la entidad rojinegra. Sí seguirá el segundo de Tamayo, Brais Vila, que podría asumir por ahora las sesiones de entrenamiento.