Claves sobre el origen de la puerta en la iglesia de Soutolongo, que data del período gótico tardío

f. rubia alejos LALÍN / LA VOZ

LALÍN

d. manso

19 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

En la iglesia de Soutolongo se conservan algunos elementos referenciales, como una ventana de doble abocinamiento con arco gótico conopial, que alberga como remate en las puntas de los arcos, tanto del interior como del exterior, una pequeña cabeza tallada. O el dintel (también de arco conopial) de la puerta de acceso a la sacristía, donde una faz policromada a medio bulto exhibe un tocado similar al relieve femenino de la puerta de Des.

La iglesia de Santa María de Soutolongo se halla cercana al lugar de Des y había pertenecido a la Encomienda de Beade, de la Orden religiosa y militar de los Caballeros de Malta, conocida igualmente por la Soberna Orden de San Juan de Jerusalén, de la que Soutolongo era un Priorato.

Bóvedas de crucería, arcos ojivales y otros arquetipos, sumados a relieves e imágenes pétreas, y el escudo de la clave que cierra la bóveda del presbiterio, de Fray Fernando Girón comendador de Beade entre 1552 a 1559, sitúan a la iglesia cronológicamente como obra del gótico tardío. El conjunto de pinturas murales de la iglesia de Soutolongo es posterior, y está fechado en 1567 y 1589.

Si bien la arquitectura gótica se desarrolló en todos los territorios de la cristiandad desde finales del Románico hasta comienzos del Renacimiento, en Galicia y otros lugares sufrió retardo, tanto en el inicio como al final del marco cronológico.

A los elementos ojivales citados debemos añadir como pieza estelar de esta iglesia el hermoso sagrario pétreo. Una pieza verdaderamente singular de estilo gótico flamígero, cuyo paralelismo conocido podemos situarlo en el antiguo sagrario de la arruinada iglesia de Santa María de Cambados, levantada sobre restos románicos, que cita López Ferreiro, en su obra Lecciones de Arqueología Sagrada. Santiago 1894, situándolo cronológicamente en el tercer y último período del estilo ojival.

Siglo XVIII

En el siglo XVIII la iglesia de Soutolongo sufrió grandes transformaciones que finalizaron en 1798 siendo Prior D. Felipe Julián López, según inscripción grabada sobre la puerta. Y es hacia esta época cuando cabe imaginar que se produciría la dispersión de piezas antiguas del tempo por el entorno. En el terreno de los alrededores de la casa dos carballeses de Des existen dovelas que fueron restos del despiece de un arco y diversas piezas de granito talladas, entre las que creemos reconocer parte del pavimento del baptisterio donde se administraba el sacramento del bautismo, con las cajas alineadas para afianzar la verja del cierre y cancela, como se puede observar labradas del mismo modo en el pavimento del baptisterio de la iglesia parroquial de San Lourenzo de Vilatuxe.

Como conclusión de lo expuesto todo parece indicar que la bella puerta de la pajera de los carballeses de Des es un elemento reutilizado perteneciente a la arquitectura religiosa, de estilo gótico flamígero, proveniente de la cercana iglesia de Santa María de Soutolongo.

Otro ejemplo de dispersión de elementos lo podemos hallar en el lugar de A Varela (Vilatuxe), donde existe otra pieza de granito cuidadosamente labrada formando parte del paramento de un muro colindante con la pista.

Por su diseño y pureza de las formas se encuadrada dentro de la arquitectura culta.

Se trata de una columna torsa o helicoidal compuesta de espiras cóncavas separadas solo por aristas, denominada «columna torsa en arista viva».

Las espiras tienen siete centímetros de ancho y describen espirales en torno al eje, diferenciándose de la columna salomónica en que las espiras no son con abultamiento.

La columna mide 77,5 centímetros de largo y unos dieciséis de diámetro o módulo, que es 4,84 veces la altura de la propia columna, encuadrándose, en cuanto a proporciones, en el canon de cuatro a seis de la arquitectura clásica.

En los extremos presenta ligero engrosamiento que recuerda el baquetón o toro de unión entre dos partes, despejando con esta particularidad cualquier duda de que fuese el tambor de un fuste de columna.

Parte de un elemento de sostén

En uno de los extremos de la columna aparece labrado un ensamblaje rectangular de espiga de nueve por tres centímetros; y en el opuesto otro cilíndrico de siete centímetros de diámetro por 1,5 de alto. Corroborando que formaba parte de un elemento de sostén, con importante función decorativa perteneciente a la parte estructural de un conjunto, que debió ser de cierta categoría.

La columna está empotrada en el muro en situación horizontal, tal vez con la posible intención de que no se perdiese, o para que destacase por su efecto ornamental entre los mampuestos grisáceos de pizarra.

La columna torsa de A Varela (Vilatuxe) es otra de las piezas de relevancia artística

Proliferan elementos de arquitectura popular a preservar, como la Casa da Veiga

Dejando a un lado lo reseñado, en otro orden de cosas existen elementos que por formar parte en muchos casos de la arquitectura popular de Galicia debieran estar protegidos.

En términos de la parroquia de Vilatuxe, muy cerca de la salida del puente Veiga, sobre el río Deza, por donde pasaba el camino real que bajaba por Refoxos, está la Casa da Veiga, conocida también como molino da Veiga.

Según fuentes orales, la casa fue punto donde se recogía el grano para llevarlo a moler al molino harinero que hay situado más abajo en la margen del río, haciéndose la entrega en este mismo lugar al pie del camino real.

La fachada principal conserva los arrendaderos o argollas de hierro para amarrar las caballerías mientras permanecían a la espera, amparadas de las inclemencias bajo un pórtico cubierto.

El pórtico se halla cubierto por el faldón del tejado y sustentado por pilastras de fuste ochavado, coronadas de capiteles bien moldurados. Obra realizada en piedra berroqueña.

En origen el pórtico estaba compuesto por cinco pilastras alineadas de las que solo se conservan dos de piedra, por sustraerle una recientemente, ocasionando con su pérdida el desplome de la techumbre de esta parte.

Como principal característica de las pilastras merece consignarse la presencia de letras y números en relieve esculpidos bajo la técnica del ahuecado en la cara frontal de la parte alta.

Su razón de ser pudiera estar relacionada con la demarcación de espacios para la molienda.

En esta andadura por extenso y rico patrimonio de esta tierra rendimos un nuevo tributo a las piezas histórico-artísticas desperdigadas por el solar dezano, de las que se debiera hacer con el mayor apremio un inventario.

Un legado cultural que testimonia una vez más las irrespetuosas obras de adaptación que sufrieron la mayoría de los templos y otros edificios en el pasado, cuando la piedra era considerada solo material constructivo. Independientemente de que estuviese labrada, tal como ocurrió con el claustro pétreo del Maestro Mateo, fragmentado y utilizado como vulgar piedra de relleno en las obras de construcción de la escalinata del Obradoiro de la Catedral de Santiago, que hoy se puede ver en parte reconstruido en el museo de la catedral.