La iglesia protorrománica de Palio encontró quien la salve

Rocío Perez Ramos
Rocío ramos LALÍN / LA VOZ

LALÍN

La Consellería de Cultura inició la redacción de un proyecto destinado a la rehabilitación de este pequeño templo lalinense con ocho siglos de historia

26 abr 2015 . Actualizado a las 11:04 h.

Casi un año después de su inclusión en la lista roja de Hispania Nostra, la iglesia de Santa Eulalia de Palio encuentra quien la salve del abandono y la ruina. Desde el Obispado de Lugo se apunta el inicio de la redacción de un proyecto por parte de la Consellería de Cultura destinado a rehabilitar este templo protorrománico lalinense con ocho años de historia a sus espaldas.

El 27 de mayo del año pasado, la inclusión del templo en la lista roja disparó de nuevo las alarmas y puso el foco en esta pequeña iglesia, una joya a la que la falta de culto fue relevando al olvido. Por aquel entonces los vecinos cifraban en alrededor de medio siglo el tiempo que hacía que no sonaban las campanas en Palio anunciando el inicio de los oficios religiosos.

Después de ser cerrada al cultura, el deterioro se fue haciendo más patente a cada año que pasaba. La única actuación en estos años fue la colocación de una cubierta metálica, alzada sobre postes del mismo material y que daban una imagen de iglesia con sombrero. El coste fueran seis mil euros, de las arcas del Concello de Lalín y que tenían como objetivo servir de parche a la espera de que Patrimonio actuara.

El pasado año, el Concello volvió a sumarse a esta reclamación de una actuación en el templo que frenara el deterioro, que ya es muy importante. Una sensibilidad que expresaba también el concejal de Urbanismo y ahora conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, cuyo departamento inició ahora la redacción de un pequeño proyecto destinado a rehabilitar esta joya cultural. En 1890 el Obispado hizo desaparecer la parroquia de Palio y la feligresía pasó a depender de Cercio y de Rodís. La división no fue efectiva hasta 1901.

Tras la denuncia de Hispania Nostra, desde el Obispado de Lugo se aseguraba desconocer el estado ruinoso de la iglesia de Palio y posteriormente demandaba ya a la Xunta su reparación, que ahora se afronta. Miguel Gómez, delegado de Patrimonio de la Diócesis de Lugo, recordaba ya hace un año el ingente patrimonio con el que cuenta la iglesia y la imposibilidad de acometer obras, destinando los fondos a las actuaciones más urgentes señalando que el convenio mixto existente con la Xunta contaba con una dotación de 22.000 euros para reformas y conservación del patrimonio.

El círculo lítico de Castrotión en A Estrada y el Pazo de Bergazos se sumaron a la lista roja de Hispania

Poco después de la entrada de la iglesia de Santa Eulalia de Palio en la lista roja de Hispania Nostra, el colectivo incluía entre los bienes en peligro el del círculo lítico de Castrotión, en A Estrada. A este se sumaba hace poco el Pazo de Bergazos en Lalín, de propiedad privada y que también se encuentra en un total estado de ruina y de abandono.

En Palio, a la lluvia que fue haciendo una acción silenciosa a lo largo de estos años, se añade el polvo y la maleza que invaden el templo. En el interior, se hace necesario caminar entre cascotes. La cubierta, de madera y teja, se encuentra desmoronada y las imágenes permanecen en el interior, amontonadas en la zona más resguardaba. Presentan un estado deplorable, al igual que los retablos barrocos o los misales. Los muros y el tejado claman por una actuación urgente.

Un clamor en 1995 que empezó con goteras en el corazón

En 1995 el Concello de Lalín puso ya en marcha un proyecto para restaurar la iglesia a través de una escuela-taller, pero las obras se frustraron en aquel momento después de que Patrimonio no autorizara los trabajos. En el escrito remitido en aquel momento por la Xunta al Concello se apuntaba que los trabajos debían quedar pendientes hasta que se redactase un nuevo proyecto de ejecución. Dos años después. Las condiciones del templo ya eran pésimas y las goteras eran numerosas, facilitando la entrada de agua por el tejado al corazón de la iglesia y contribuyendo a acelerar su deterioro.

De ahí, después la estructura que cubría el tejado, a fin de frenar la entrada de agua y dada la imposibilidad de afrontar otro tipo de rehabilitación.