Los diez primeros minutos de la segunda parte del Lalín fueron una muestra de buen juego. La intensidad defensiva, las contras, la tranquilidad de la portería y la garra de los rojinegros hicieron vibrar a una grada que esta temporada está demostrando lo que es la paciencia. Ya se ha acostumbrado a las dos caras de su equipo.
El Lalín salió al Arena entregando el partido. Tanto las decisiones del cuerpo técnico como la actitud sobre la pista generaban la sensación de que el Embutidos ya solo está para ver pasar las jornadas. Esa desidia hizo que los primeros 30 minutos fueran para el olvido, y de paso, un regalo para el Chapela.
El líder de la fase por la permanencia, el Clínica Deza Xabañús, visita hoy al Galicia Social a las 10.30 horas. El rival de los lalinenses lucha por apartarse de la zona baja de la tabla. Por su parte el BM Deza juega a las 12.15 en la pista del Ártabro. Se trata de un enfrentamiento decisivo, ya que el rival de los dezanos le aventaja en un solo punto.