La temperatura media fue casi un grado más baja que en el anterior
21 mar 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Esta vez, llevando la contraria a Machado, la primavera ha venido y todos saben cómo ha sido, o al menos se han dado cuenta. Aunque pronto regresará la lluvia, las temperaturas en los últimos días se han suavizado y las lluvias del fin de semana vinieron acompañadas de algunas jornadas soleadas como la de ayer. Una inestabilidad primaveral que despide un invierno más, en este caso uno un pelín más fresco y, sobretodo, mucho más lluvioso que el del año anterior.
Después de un verano abrasador y seco como pocas veces antes en las comarcas, los chaparrones del otoño tuvieron su continuidad en enero y, en menor medida, en febrero. Comparado con los registros del último invierno, los litros de agua recogidos se han duplicado en muchos puntos, especialmente en Tabeirós-Terra de Montes. En la estación meteorológica de Forcarei se han recogido de media 242,4 litros por metro cuadrado al mes, siendo el área con mayor pluviosidad. En enero se contabilizaron 454,6 litros y 241,8 en lo que llevamos de marzo. No obstante, febrero fue un mes seco y temperaturas suaves.
En Lalín fueron 354,8 litros por metro cuadrado durante este invierno. En el anterior eran 188,9, eso sí, el año pasado llovió más en febrero y marzo, siendo la marca de enero la que decanta la balanza. En Mouriscade se recogieron 246,2 en enero, pero apenas 15,5 en febrero. En la estación de la Serra do Faro, en Rodeiro, fueron 334,2 los registrados en enero y 123,9 en los primeros compases de marzo. Algo menor, pero en la misma media, fue el registro en la de Camanzo (Vila de Cruces).
Nevadas
No fue un invierno especialmente frío, pero sí más que el anterior. La temperatura media pasó de 7,8 a 7,2 grados. Un descenso mínimo que vino acompañado de nevadas que no se veían en la zona desde el 2020. Las más copiosas se dieron en la tercera semana de enero. Los días 18 y 19 cayeron intensas nevadas en Deza y puntos de Forcarei.
Las comarcas se tiñeron de una alerta amarilla que obligó a cancelar actividades extraescolares y las clases al día siguiente en varios concellos. Si bien es cierto que la cota no descendió tanto como se esperaba, la nieve cubrió Rodeiro, Dozón, Lalín y alguna zona de Silleda y Forcarei. De hecho se produjeron incidencias a causa del hielo que quedó durante horas en las carreteras.
Después de ese atracón de frío, la última nevada tuvo lugar a finales de febrero, bajando la cota hasta los 600 metros y dejando estampas invernales en Dozón y Rodeiro, que de nuevo se llevaron la palma. En este sentido, en Lalín la temperatura media del invierno fue de 7,4 grados, 0,6 menos que en el 2022. En Vila de Cruces se dieron las medias más altas y apenas hubo variación interanual con 9,3 en el 2023 y 9,4 en el 2022.
En la Serra do Faro fueron las más bajas. En enero la temperatura media en esta estación dezana fue de 3,8 grados, no obstante, este marzo es algo más cálido que el anterior.
«É unha primavera prometedora, cunha parada vexetativa das que non se recorda»
Los agricultores miran al cielo con optimismo después de los estragos que causó la sequía y las altas temperaturas del año pasado. El presidente de Cobideza, Román Santalla, ve muy positivo el retraso vegetativo que se está produciendo debido a las heladas de principios de año, que llegaron tras mucha lluvia y temperaturas suaves. «Houbo un contraste total. O 2022 terminou ben, coas praderías verdes despois de moita chuvia, e en xaneiro veu moito frío, con xeadas tremendas. Isto provocou unha parada vexetativa moi potente, das que non se recordan», explicó.
Lejos de ser una mala noticia, Santalla señaló que este retraso puede tener consecuencias muy positivas para los campos. «Non é algo malo, fixo que os campos pararan e os pastos quedaran varridos, pero non importa que o campo vaia un pouco retrasado porque garante algo máis de colleita de frutais, por exemplo», afirma. En este sentido, consideró que este factor unido al buen tiempo de estos días puede traer «unha primavera prometedora». Puso como ejemplo de un clima «crianzoso» para el campo la jornada del lunes, con temperaturas algo elevadas y un viento del sur que trajo cierta humedad.
Retraso del ensilado
Santalla cree que hasta abril los árboles no empezarán a despuntar, algo que hacía mucho tiempo que no se daba en la zona, con inviernos algo más cálidos que adelantaban procesos como el ensilado. Afirmó que la recogida de la hierba lleva un retraso de en torno a quince o veinte días más de lo esperado gracias a las heladas de enero y principios de febrero.