El Camiño dos Arrieiros se reactiva con 38 peregrinos desde el 1 de julio

Rocío García Martínez
ROCÍO GARCÍA A ESTRADA / LA VOZ

FORCAREI

cedida

El 80 % de los caminantes que eligen esta ruta son de origen portugués

04 sep 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El Camiño da Geira e dos Arrieiros ha pegado un frenazo en su crecimiento a causa de la crisis sanitaria. La ruta jacobea que parte de Braga (Portugal) y atraviesa Forcarei y A Estrada en su trayectoria hacia Santiago esperaba cerrar el año 2020 con 2.500 peregrinos. Sería la progresión natural si el covid-19 no hubiese llegado para desbaratar planes y hundir economías. Según los cálculos de la asociación Codeseda Viva -una de las principales promotoras de la ruta-, las previsiones actuales son acabar el año con un centenar de peregrinos.

Desde el 16 de marzo ningún caminante más pudo volver a poner un pie en el Camino. El primero tras el parón llegó en julio. Desde entonces fueron goteando caminantes, pero en cifras que nada tienen que ver con las que serían esperables en un verano normal. Según explica Carlos da Barreira desde el colectivo Codeseda Viva, el 80 % de los peregrinos de esta ruta son portugueses. Los comentarios en las redes sociales de quienes completan la ruta invitan a recorrerla a otras personas. Ya no es necesaria publicidad siquiera.

Pero el coronavirus tuvo las fronteras cerradas durante meses y, cuando se abrieron, las personas que venían de fuera tenían la obligación de registrarse al entrar en Galicia. «O feito de ter que rexistrarse ao entrar e de ter que levar máscara obrigatoriamente dáballes a imaxe de que aquí estabamos peor que en Portugal», explican desde la asociación. Esta circunstancia pudo disuadir a muchos peregrinos. A mayores, la caída en las cifras de caminantes tiene mucho que ver con el cambio en el modelo de peregrinación. Antes, era habitual la llegada de peregrinos en grupos. De hecho, cuando las fronteras se cerraron, en Codeseda había un grupo de ochenta caminantes y, para los meses de marzo y abril, estaba prevista la llegada de doscientos peregrinos más en distintos grupos, sobre todo de Portugal e Italia.

El covid-19 hizo desaparecer las peregrinaciones en grupo. Durante julio y agosto, las 38 personas que realizaron el trayecto lo hicieron solas, en parejas o en grupos muy reducidos. Un total de 21 personas peregrinaron a pie y el resto cubrieron en bicicleta los 240 kilómetros que separan Braga de Santiago.

El tránsito por montes y pueblos y la ausencia de multitudes, puntos fuertes frente a la pandemia

En tiempos de crisis sanitaria, el Camiño da Geira e dos Arrieiros se presenta como uno de los más apetecibles para los peregrinos. Según explican desde Codeseda Viva, el hecho de ser uno de los caminos menos transitados y de discurrir entre montes y pueblos, le hace ganar puntos frente a otras rutas más saturadas. El próximo año 2021 -un año jacobeo que se extenderá también al 2022- el Camiño da Geira podría tener posibilidades de crecimiento por sus especiales características. No obstante, desde Codeseda Viva advierten de que para afrontar el futuro es preciso mejorar en dos cuestiones fundamentales: la oferta de alojamiento y el acondicionamiento y señalización de los tramos en peor estado. El objetivo ahora es adecuar y señalizar los últimos 100 kilómetros del Camino antes de que acabe el año. En A Estrada, el departamento de Turismo se ha comprometido a retomar la señalización interrumpida en marzo. En Forcarei están a punto de comenzar las obras en el tramo Acevedo-Forcarei y en Teo se están llevando a cabo trabajos de señalización y desbroce. En Beariz el camino presenta un buen estado y en Boborás, Leiro -el tramo más dificultoso- y Beade se está tramitando la mejora.