En busca del nuevo millonario de Cerdedo, que ganó 1,6 millones en la Bonoloto

m. h. REDACCIÓN / LA VOZ

CERDEDO

Adrián Baúlde

31 mar 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Gonzalo Fortes, responsable A Tenda da Aldea de Cerdedo, uno de esos negocios todoterreno (es supermercado, ferretería, mueblería, vende electrodomésticos y sella lotería) que le dan vida a los concellos rurales de Galicia, se llevó una buena alegría el Viernes Santo cuando leía el periódico: «Non sabía nada e de súpeto lin que en Cerdedo se repartiran 1,6 millóns de euros da Bonoloto, e en Cerdedo somos o único punto de selado de lotería... así que vin que eramos nós». Efectivamente, en su establecimiento se selló el día de Jueves Santo el único boleto que se llevó al primer premio de la Bonoloto de ese día, un total de 1.601.011, 71 euros que contó con seis aciertos (la combinación ganadora fue 34, 16, 25, 15, 22, 04, el complementario fue el 31 y el reintegro el 8).

En Cerdedo, actualmente fusionado con Cotobade, como en todos los ayuntamientos rurales pequeños, los vecinos se conocen, así que desde el minuto cero la pregunta está clara: ¿Quién es el nuevo rico? «Está todo o mundo preguntando, pero sabe Deus quen é», señala Gonzalo en un sábado en el que no deja de despachar en su negocio, a pie de la carretera N-541, que une las ciudades de Ourense y Pontevedra.

«Oxalá quedara no pobo»

A Tenda da Aldea, un negocio que abrió hace veinte años en Cerdedo, lleva desde el 2018 siendo un punto mixto de venta de lotería. Desde entonces, repartió ya varios premios, pero la mayor cuantía había sido de unos 60.000 euros. Por tanto, nunca le había sucedido nada como lo de este jueves. Según indica su dueño, el hecho de que el boleto premiado se sellase el Jueves Santo implica que el ganador, del que asegura no tener ni idea de quién es, puede ser tanto vecino como forastero: «Oxalá o premio quedara no pobo, pero iso é algo que non sabemos. O Xoves Santo veu moitísima xente á tenda, tanto veciños como xente que pasaba pola estrada, que facía rutas ou que estaba aquí de vacacións», indica. Añade que ni siquiera se puso a hacer el ejercicio de repasar a quién atendió ese día: «Non é preciso facer iso, bástame saber que demos un premio e punto. Con iso xa estamos contentos, benvida sexa a sorte».