Con más libertad para arriesgar en la conducción, Campos manejó con determinación el Renault Clio Cup III, rodando en tiempos cercanos a la pole, lo que le permitió finalizar también en primer lugar y proclamarse gran vencedor de la cita aragonesa, una de las más duras y exigentes para la mecánica de los vehículos.
Estos resultados, además de mantener intactas sus opciones de liderar el campeonato, permiten al de Cerdedo mantener las buenas sensaciones en una temporada atípica en la que defiende el título de campeón de España. La siguiente parada del torneo será a finales de septiembre en uno de los trazados con más historia del automovilismo español como es el Circuito de la Comunidad Valenciana, en Cheste.