Os Pendellos languidecen sin remedio

Javier Benito
j. benito LALÍN / LA VOZ

AGOLADA

Ángel Utrera

El vandalismo y el olvido se adueña del patrimonio etnográfico de Agolada

19 jun 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Dicen que una imagen vale más que mil palabras. En esta ocasión optamos por enseñarles seis, pero podrían ser algunas más. Explican a la perfección la situación de abandono que vive uno de los conjuntos etnográficos más relevantes de Deza. Hablamos de Os Pendellos de Agolada, el recinto ferial que llegó hasta nuestros días mejor conservado en Galicia desde el siglo XVIII. Ni su declaración como monumento histórico-artístico hace ya varias décadas ni ser bien de interés cultural parecen argumentos suficientes para apostar por su conservación. Ese patrimonio, que se fue poniendo en valor durante años, parece haber caído en un ultrajante olvido en los últimos tiempos.

Hace ya muchos meses que algunos de los pendellos presentan lonas en las cubiertas, con estructuras de madera para apuntalar interiores ante los riesgos de desplome. No faltan incluso andamios en una solución provisional que parece camino de enquistarse sin que las autoridades municipales se decidan a actuar, aunque el regidor anunciará ya el pasado febrero que figura entre sus prioridades. Y mientras el deterioro puede agudizarse.

A esos problemas más estructurales se suma el efecto de los vándalos, que han convertido a Os Pendellos en su campo de batalla. No faltan pintadas en piedra y madera, además de desperfectos en muretes y mostradores del antiguo mercado cuyo origen se remonta a la Baja Edad Media. También proliferan los restos de basura, mientras los puntos de luz o el propio cableado presentan deficiencias apreciables a simple vista. Entre sus paredes por segundo año consecutivo no latirá el Corazón de Artesanía, esa feria que vivificaba este recinto. Su relevancia merece que las Administraciones busquen soluciones con urgencia. Porque es patrimonio de todos.