Agolada celebraba ayer pleno tras siete meses sin más sesiones que las referidas a las meses electorales para las autonómicas. El alcalde, Luis Calvo, lo liquidó en apenas 20 minutos, en medio de las preguntas de la popular Carmen Seijas, a la que indicó que las presentase por escrito. De poco valieron las quejas de la portavoz de la oposición por no poder hablar tras 7 meses: «Esto é unha dictadura», expresaba mientras el alcalde respondía que dictadura era la que había antes en el Concello, para a renglón seguido levantar la sesión.
Calvo arrancó el pleno demandando que nadie alzase la voz, advirtiendo que en la sesión «vai haber orde e disciplina». Hubo unanimidad para decidir la rebaja de tarifas en el Punto de Atención á Infancia (PAI), que los populares aseguran haber planteado ya en su día pese a no estar en la comisión frente al covid-19 de Agolada a la que no fueron llamados. Se rebaja así de 90 a 60 euros mensuales para los empadronados en el municipio ?110 euros los foráneos? y segundo hijo gratuito.
El consenso llegó hasta ahí. Seijas comenzó entonces a preguntar por distintas cuestiones al alcalde, como el cambio de la hora del pleno. Calvo respondió que cuando se vuelva a la normalidad serán de nuevo a las 21 o 22 horas. La popular cuestionó la celebración de juntas de gobierno local, pese a anunciarse en su día que no habría, y la doble vara de medir del alcalde, permitiendo esas sesiones pero no los plenos, al tiempo que denunciaba que a la oposición no llegó ni una sola acta de las juntas.
Calvo apuntó la ingente cantidad de licencias aprobadas en junta, sin que cobren asistencia a esas sesiones, frente al «PP que non levaba nada ás xuntas e as cobraban». Dijo que el Concello ingresó 30.000 euros por impuestos no cobrados a amigos por el anterior gobierno. El alcalde deslizó a Seijas: «Non me veña con preguntas insatisfactorias», tras una alusión de la popular a Farelo que derivó en un debate sobre el precinto a la depuradora de la firma. Seijas expuso que se precintó en enero, y la junta de gobierno que tomó la decisión fue en febrero. Calvo dijo que el gobierno se había juntado y decidido el precinto, según dijo frente al criterio del secretario.
Calvo replicó preguntando al PP por una factura de 8.000 euros de junio del 2016 por arreglos en un circuito instalado en una parcela privada, denunciando además que no había contadores en luminarias públicas, con «bombillas de 300 euros en casas de amigos». Seijas quiso intervenir, y Calvo le pidió que no lo interrumpiese, preguntando la popular si no la dejaba hablar por ser de la oposición o por ser machista el alcalde, lo que le valió una llamada al orden.
El alcalde preguntó por qué había una propuesta de 100.000 euros para dos filtros de la traída del agua, si el PP había dicho que era apta para consumo humano. Seijas indicó que se pidieron presupuestos por si existía ese problema. Y no hubo más.
La popular llevaba en cartera múltiples preguntas sobre facturas de estos meses, como 1.694 euros en gorras y 2.327 en cazadores y chalecos con el escudo de Agolada; o facturas del 2019 que llegan para el pago, «como 11.700 euros en bombillos de portas, xa poden ser de ouro», señaló Seijas. Añadió que además del salario de 1.400 euros como alcalde, algún mes hay dietas de 1.300. Y dijo que un asesor y un abogado cobraron más de 20.000 euros: «Sae máis caro que o anterior goberno», concluyó.
Contrata un candidato de PAYJ
Cuestionó además que el contratado como aparejador sea quien fue nº 2 en la lista de PAYJ en Lalín, indicando que Calvo «fala de amiguismos, cando esto é moi sospeitoso». La popular añadió que el Concello agolense perdió 36.405 euros de una ayuda de Agader.